DISCURSO TP FINAL 1

Introducción
En el siguiente ensayo nos centraremos en la investigación de Diker: ¿Qué hay de nuevo en las nuevas infancias?, relacionando esta última con algunas nociones de Butler y Vasilachis.
Tomaremos como disparadores notas periodísticas nacionales: una de ellas extraídas del diario La vanguardia, titulada “La historia de Chucky: el menor de 14 años que lidera una banda violenta eincontrolable” (La Plata), otra nota del diario Página 12 titulada “Una ley en conflicto con los menores” (Catamarca), en donde se observa un claro ejemplo de esta paralela, y a su vez contradictoria, existencia entre la Ley del Patronato y la CIDN.
En la primer nota vemos el uso de categorías que describen a los niños a través de los medios de comunicación, y en la segunda un fallo judicial en donde unjuez ordenó que cesaran las medidas tutelares que pesaban sobre un adolescente y dispuso la aplicación de la ley 26.061, que se refiere a la protección integral de los derechos de niños y niñas. Sin embargo, en el discurso del fallo todavía se siguen observando las falencias de la aplicación en territorio de esta ley, y cómo se siguen asociando las condiciones de vida a los delitos, tema que sedesarrollará en el presente trabajo.
Este tema despierta interés en el grupo luego de la lectura del mencionado artículo de Diker y del discurso utilizado en algunas notas periodísticas al momento de referirse a los niños o adolescentes vinculados a delitos.
En consecuencia los ejes conceptuales que se utilizaran estarán centrados en la investigación de Diker, la interpelación subjetivante deButler, el poder de herir y las categorías léxicas de Vasilachis
Nos proponemos analizar cómo los cambios en la CIDN han sido solo superficiales y los sesgos que se encuentran al bajar a territorio los artículos de la nueva Ley, sumado esto al discurso de algunos medios de comunicación en donde se puede observar que todavía sostienen la vieja doctrina.

El lenguaje del odio, la infancia y los mediosde comunicación:
En la investigación de Diker, se hace referencia a la definición del niño como sujeto de derecho que se instala a partir de la Convención Internacional de los Derechos del Niño aprobada en el año 1989, rompiendo con la vieja doctrina vigente en nuestro país hasta el año 2005 (Ley de Patronato). En ese marco, el niño era concebido como objeto de intervención y tutela jurídica; entanto tal debía ser protegido por el Estado siempre que se juzgara que se encontraba en “peligro material o moral”.
La intervención que realizaba el Estado era la misma en todos los casos de irregularidad. En efecto, abandonados, huérfanos, pobres, víctimas de abuso o maltrato, delincuentes, todos eran objeto del mismo tratamiento: la intervención de un juez y la internación o el encierro eninstituciones especialmente destinadas a ellos. La indiferenciación de la intervención estatal –que, entre otras cosas, no distingue situaciones asistenciales de situaciones penales– está ligada a una mirada que homogeneiza la irregularidad bajo la categoría de “menor”.
A partir de esto la autora propone algunas discusiones que tienen que ver con el concepto de “que es un niño” sus derivaciones en elterreno de las prácticas y políticas orientadas a la infancia en nuestro país, donde la retórica de los derechos del niño parece haber avanzado más que la instalación de condiciones que aseguren su efectivización.

Judith Butler, en su libro “Lenguaje, poder e identidad”, retoma la inversión althusseriana, en donde analiza la interpelación subjetiva como momento inaugural del sujeto, hacia unaradical dependencia del sujeto con respecto a la llamada del Otro y hacia una existencia marcada por la vulnerabilidad lingüística. Y es en este contexto en el cual el insulto y el lenguaje del odio adquieren su sentido como actos que extraen su fuerza de este carácter dependiente del lenguaje de todo sujeto.
La autora le atribuye al lenguaje un poder de herir, uno no está simplemente sujeto por...