discurso
Elemento
Motivación
Epígrafe
Reconocer lo bueno que ya tenemos en nuestra vida es la base de la abundancia..
Saludo
Honorable mesa del presídium, Señoras y Señores
Introducción
Hoysolamente quisiera compartir con ustedes este cuento que evoca en mí la necesidad de aceptar los cambios, y decidirse a ver en ellos la puerta hacia el futuro que, por desconocido, en todos los casosdebería merecer más nuestra curiosidad que nuestro temor. Escuché la historia de la tía Martina de en una misa fúnebre.
Tesis
Largamente entrada en los ochenta, Martina mandó a llamar a su amigo yconfesor, el padre Ramiro.
El sacerdote amaba a esa tierna anciana que tanto le había ayudado en la parroquia cuando él había llegado al pueblo veinte años antes.
Desde la puerta la vio distinta, menosmovediza, más circunspecta y ofreciéndole una silla frente a ella.
El asunto debe ser grave si quiere que me siente para escucharla, pensó.
¿Le pasa algo, Martina? Se animó a preguntar.
Nadaimportante, padre – dijo la tía
Estuve con el Dr. Gutter y me ha dicho que algo parece haberse complicado gravemente en mi corazón y él no recomienda una operación, dada mi edad…
Me quedan cuando muchoseis meses de vida, quizás menos…
¿No podríamos hacer una consulta más? – agregó Ramiro – Quizás en la Capital…
No, padre. Yo sé que su diagnóstico es certero, ya venía mi cuerpo avisándome.Rezaremos juntos. Quizás, con la ayuda de Dios, sea sólo un susto – dijo el curita, tomando sus manos.
Gracias padre, pero no lo llamé para evitar esta contingencia sino para prepararla.
Quiero pedirlealgunas cosas para mi funeral. ¿Las haría por mí?
-Cuando llegue la hora, si yo estoy allí, puede usted contar con lo que desea. ¿De qué se trata?
-Quisiera pedirle que se encargue de quehaya una pequeña ceremonia sin demasiadas palabras, un poco de jugo de frutas y café.
Quizás podría cantar el Ave María de Gounod, no el de Shubert; y quisiera que usted ponga en mis manos dos cosas,...
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