Discurso
El proporción alarmante han desaparecido en las publicaciones dedicadas a la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también otras como serenidad, silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma, y si estoy lejos de pretender haberles hecho plenajusticia en mi obra, no por eso han dejado de ser mi faro. Voy a presentar ante ustedes algunos pensamientos, recursos e impresiones que, en su conjunto, expresan la ideología que sustenta mi trabajo. Religión y mito. ¿Cómo comprender el arte y la gloria de su historia su la espiritualidad religiosa y sin el trasfondo mítico que nos lleva hasta las raíces mismas del fenómeno artístico? Sin lo unoy lo otro no existirían las pirámides de Egipto ni las nuestras mexicanas; no habría templos griegos ni catedrales góticas, ni los asombros que nos dejaron el renacimiento y la edad barroca; no las danzas rituales de los mal llamados pueblos primitivos ni el inagotable tesoro artístico de la sensibilidad popular de todas las naciones de la tierra. Sin el afán de dios, nuestro planeta sería unyermo de fealdad. "En el arte de todos los tiempos y de todos los pueblos impera la lógica irracional del mito", me dijo una día un amigo, Edmundo O´Gorman, y con o sin su permiso me he apropiado de sus palabras.
Belleza. la invencible dificultad que siempre han tenido los filósofos para definir la belleza es muestra inequívoca de su inefable misterio.
La belleza habla como un oráculo, y el hombre,desde siempre, le ha rendido culto, ya en el tatuaje, ya en la humilde herramienta, ya en los egregios templos y palacio, ya, en fin, hasta en los productos industriales de la más avanzada tecnología contemporánea. La vida privada de belleza o merece llamarse humana.
Silencio. en mis jardines, en mis casas, siempre he procurado que prive el plácido murmullo del silencio, y en mis fuentes canteel silencio.
Soledad. Sólo en íntima comunión con la soledad puede el hombre hallarse a sí mismo. Es buena compañera, y mi arquitectura no es para quien le tema o le rehuya.
* Serenidad. Es el gran y verdadero antídoto contra la angustia y el temor y hoy, más que nunca, la habitación del hombre debe propiciarla. En mis proyectos y en mis obras no otro ha sido mi costante afán, pero hay quecuidar que no la ahuyente una indiscriminada paleta de colores. Es el arquitecto a quien le toca anunciar en su obra el evangelio de la serenidad.
Alegría. ¡Cómo olvidarla! Pienso que una obra alcanza la perfección cuando no excluye la emoción de la alegría, alegría silenciosa y serena para ser disfrutada en soledad.
La muerte. La certeza de nuestra muerte es fuente de vida, y en la religiosidadimplícita en la obra de arte triunfa la vida sobre la muerte.
Jardínes. En el jardín el arquitecto invita al reino vegetal a colaborar con él. Un jardín bello es presencia permanente de la naturaleza, por la naturaleza reducida a proporción humana y puesta al servicio del hombre, es el más eficaz refugio contra la agresividad del mundo contemporáneo. "el alma de los jardines, decía Ferdinand Bac,alberga la mayor suma de serenidad de que puede disponer el hombre". Y fue Bac quien despertó en mi anhelo de la arquitectura de jardín. El decía: "en este pequeño dominio /sus jardines de Les Colombiers) no he hecho otra cosa que unirme a la solidaridad milenaria a que todos estamos sujetos que no es sino la ambición de expresar con la materia un sentimiento común a muchos hombres en búsqueda deun vínculo con la naturaleza al crear un lugar de reposo, de placer apacible". Ya se ve que es condición de un jardín aunar lo poético y o misterioso con la serenidad y la alegría. No hay mejor expresión de la vulgaridad que un jardín vulgar.
En una vasta extensión de lava al sur de la ciudad de México me propuse, arrobado por la belleza de ese antiguo paisaje volcánico, realizar algunos...
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