Discurso

DISCURSO DEL ACTO DE GRADUACIÓN DE LA PROMOCIÓN PEGASO

¿Crisis? ¡Una nueva oportunidad!
Muy buenas noches a todos. Ni que decir tiene la gran alegría que siento de estar aquí, con el pomposo título de “padrino de la promoción”, que nunca me hubiera imaginado merecer. Para mí no es que sea un honor –que lo es- sino una “vuelta a casa” del que se ha ido, por diversos motivos, pero que sigueteniendo parte de su corazón aquí, entre éstas paredes que tan bien conozco y, sobre todo, en vosotros –que me aguantasteis durante diez años- y en vuestras familias y amigos, entre el claustro de profesores y el personal del colegio. Por todo esto no me ha costado nada aceptar el venir esta noche y pasarla con vosotros. Os he dado clase, hemos estado juntos en Asambleas, en convivencias, hepreceptuado a algunos, compartimos patios, nos reímos, juntos pasamos también algunas penas,… Y por eso hoy, en este vuestro día grande, os voy a hablar solo a vosotros. Me quiero dirigir al corazón de cada uno de los que hoy os graduáis en el colegio Torrevelo, en la XV promoción, como si estuviera a solas con cada uno. No voy a pronunciar un discurso al uso, típico, académico, porque ni es mi estilo,ni sé hacerlo, ni me apetece. No soy frio y cerebral para hacerlo así con vosotros. Voy a desgranar en voz alta una serie de consideraciones, ideas o consejos que pienso os pueden ser útiles y valiosos a lo largo de la vida que ahora se os abre, y que tal vez más adelante os pueden dar luces ante situaciones concretas. Hoy termináis y empezáis. Termináis aquí, después de tantos años, paraempezar una nueva etapa y, algunos de vosotros, tal vez un nuevo estilo de vida fuera de la “Cantabria Infinita” que tan bien conocéis. En vuestra nueva vida, esa que estáis estrenando esta noche, todos vais a pasar, y a vivir, muchas “crisis”. Las hay de muy diverso tipo. Por ilustrar mi afirmación citaré algunas: • Crisis deportivas. No quiero poner ningún dedo en llagas recientes ni echar sal enheridas abiertas, por lo que no hablaré de los culés ni de los colchoneros, y me conformaré con que el Racing de D. José se mantenga en primera, a pesar de la huida del tal Canales… • Crisis económicas. Ahora estamos inmersos en una, y bien grande, pero la explicación de ésta se la dejo a D. Jaime y a Leopoldo Abadía con sus Ninjas, que lo harán mucho mejor que yo. • Crisis históricas. Y no os voy avolver a hablar de la crisis de los misiles en Cuba en 1962; ni de la crisis de los Balcanes; ni de la crisis del petróleo en 1973; ni siquiera del muro de Berlín que tan bien llegasteis a conocer. • Crisis bélicas. ¿Os acordáis del soldado Ryan que os cité en una Asamblea hace ya varios años, con la frase final del moribundo capitán que decía “Hágase Vd.

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digno de esto…¡merézcalo!”, a lo que respondía el tal Ryan “he intentado vivir mi vida lo mejor posible. Ojalá haya sido suficiente…” Crisis de las vacas locas. Aún recuerdo una pescadería del centro de Santander que, en aquellos días, puso un cartel en la puerta que decía: “Carnicería No sé qué. ¡Somos especialistas en bacalao!”. (eso es cintura y adaptarse al medio, de lo que luego hablaremos…) Crisisetílicas. Un bar tenía un cartel con la escala de la borrachera local: 1. Facilidad de palabra; 2. Exaltación de la amistad; 3. Cantos regionales; 4. Tuteo a la autoridad; 5. Insultos al clero; 6. Negación de la evidencia; 7. Delirium tremens. Todo muy típico y común a todas las regiones en las que he vivido. Crisis existenciales, en las que todos estamos entrando y saliendo constantemente: de lapubertad; de la adolescencia (que se manifiesta en algunos síntomas muy evidentes: cuando vuestros padres os contemplan como viendo una película sin oír el sonido, con lo que no se entiende nada; y , en sentido contrario, cuando vosotros os empeñáis en contestar siempre que no, por definición y eso provoca que vuestros padres se pongan imposibles…); también hay crisis a los 40; a los 50; crisis por...