Discurso
Han pasado 13 años desde que la Miss Lilynos recibía a la entrada del gran salón de clases. Muchas estábamos nerviosas, otras curiosas por lo que estaba por empezar; pero todas con la certeza de que era el principio de una gran aventura.Las incontables canciones del Padre Ospina y su acordeón, la valentía de Leoncio que siempre nos salvaba de las iguanas traviesas, las risas y los juegos son algunos de los muchos recuerdos de nuestraetapa en primaria que sin duda alguna marcaron nuestra niñez y convertían a este lugar en nuestro segundo hogar.
Los años pasaron y el gran paso de la escuela al colegio se acercaba. El miedo por elcambio y la independencia no nos detuvieron, estábamos ansiosas de experimentar cosas nuevas y conocer nuevas personas. Como olvidar nuestra primera clase con el profesor Sagñay donde la historia sehabía convertido en un personaje que cobraba vida en cada suceso relatado, sus pruebas sorpresas que cogían desprevenida a cualquiera y sus innumerables lecciones de vida nos ayudaron a madurar y sercapaces de dar nuestra opinión sin miedo.
No puedo continuar sin recordar nuestro primer día con el profesor Paredes. Muertas de miedo éramos incapaces de responder ni siquiera cuánto era dos másdos. La exigencia que demandaba muchas veces nos sobrepasaba pero finalmente podemos ver los resultados. Gracias por demostrarnos que no todo es fácil en esta vida y que todo requiere esfuerzo y trabajosi en verdad queremos ser mujeres de éxito.
Pienso que en esta etapa todos y cada uno de los profesores aportaron en nuestra formación no sólo por los conocimientos impartidos sino por sus consejosy experiencias. El infaltable mensaje a García de la Miss Beatriz, la inagotable paciencia de la Miss Miriam y la disposición de la Miss Delia son unas de las tantas enseñanzas que ustedes, queridos...
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