Discurso

Un primer mandatario no tiene derecho a la infelicidad, para eso están los gobernados. Escribió Carlos Monsiváis pensamiento que entraña no la creencia personal de su autor, sino la realidad que sevive en los días de cataclismo modernista que nos aqueja, pensamiento construido a través de los años culpa de una idiosincrasia que no palpa y que no mira, sino que se avizora en un futuro promisoriode acción e inacción, de desterrados y afligidos y a lo lejos las paredes carcomidas de una patria que ve en nosotros los ingenieros de su destino.
Saludo.
Tres repúblicas han nacido a través de lahistoria al juzgar de los académicos, las tres se han visto bañadas de plomo y con la sangre como tinta y la palabra como ejercicio se han cristalizado los acuerdos para dar ideología, rumbo,certidumbre y operatividad a nuestro país. Las tres constituciones que se citan la del 24, la del 57 y la que nos rige de 1917 son la síntesis de luchas cruentas donde la gobernabilidad se puso en jaque porel fin último de modernizar los pensamientos que arrastrábamos desde la conquista.
México es un país sobreconstruido, por tal considero inapropiado decir que tenemos que construir, sobreconstruido conlos vicios de la antigüedad, de la forma en que la clase política – para éste tema constructores de México- no han realizado los cambios estructurales necesarios, no han logrado ver que la vida delos mexicanos no se divide en etapas sexenales como dijo el premio nobel de literatura Sir Winston Churchill "Un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones,no en las próximas elecciones, necesario quizá sería una reforma estructural al pensamiento de la política mexicana acompañada de la frase que acuñara el patricio de Oaxaca  en el sentido de que losrepresentantes populares y servidores públicos sean revocables y remunerados con una modesta medianía.
México debe ver los cimientos de su construcción, antes de pensar en fraguar los rascacielos...