discurso
"Queridos jóvenes de Chile:
He deseado vivamente este encuentro que me ofrece la oportunidad de comprobar en directo vuestra alegría, vuestro cariño, vuestro anhelo de una sociedad más conforme a la dignidad propia del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Sé que son éstas las aspiraciones de losjóvenes chilenos y por ello doy gracias a Dios.
He leído vuestras cartas y escuchado con gran atención y con- moción vuestros testimonios, en los que ponéis de manifiesto no sólo las inquietudes, problemas y esperanzas de la juventud chilena en las diversas regiones, ambientes y condiciones sociales.
Habéis querido exponer lo que pensáis sobre nuestra sociedad y nuestro mundo, indicando lossíntomas de debilidad, de enfermedad y hasta de muerte espiritual. Es cierto: nuestro mundo necesita una profunda mejoría, una honda resurrección espiritual. Aunque el Señor lo sabe todo, quiere que, con la misma confianza de aquel je- fe de la sinagoga, Jairo que cuenta la gravedad del estado de su hija: 'Mi niña está en las últimas', le digamos cuáles son nuestros problemas, todo lo que nospreocupa o entristece. Y el Señor espera que le dirijamos la misma súplica de Jairo, cuando le pedía la salud de su hija: 'Ven, pon las manos sobre ella, para que se cure'. Os invito pues a que os unáis a mi oración por la salvación del mundo entero, para que todos los hombres resuciten a una vida nueva en Cristo Jesús, en Chile, en todo el mundo. No se puede morir. Hay que rezar paravencer la muerte. Se debe rezar para una nueva vida en Cristo Jesús. El es la Vida. El es la Verdad.
El Futuro Depende de Vosotros
Deseo recordaros que Dios cuenta con los jóvenes y las jóvenes de Chile para cambiar este mundo. El futuro de vuestra patria depende de vosotros. Vosotros mismos sois un futuro, el cual se configurará como presente según se configuren ahora vuestras vidas. En lacarta que dirigí a los jóvenes y a las jóvenes de todo el mundo con ocasión del Año Internacional de la Juventud, os decía: 'De vosotros depende el futuro, de vosotros depende el final de este milenio y el comienzo del nuevo. No permanezcáis pues pasivos: asumid vuestras responsabilidades en todos los campos abiertos a vosotros en nuestro mundo'. Ahora, en este estadio, lugar de competiciones,pero también de dolor y sufrimiento en épocas pasadas, quiero volver a repetir a los jóvenes chilenos: ¡asumid vuestras responsabilidades! Estad dispuestos, animados por la fe en el Señor, a dar razón de vuestra esperanza.
Vuestra mirada atenta al mundo y a las realidades sociales, así como vuestro genuino sentido crítico que os ha de llevar a analizar y valorar juiciosamente lascondiciones actuales de vuestro país, no pueden agotarse en la simple denuncia de los males existentes. En vuestra mente joven han de nacer, y también ir tomando forma, propuestas de soluciones, incluso audaces, no sólo compatibles con vuestra fe, sino también exigidas por ella. Un sano optimismo cris- tiano robará de este modo el terreno al pesimismo estéril y os dará confianza en el Señor.¿Cuál es el motivo de vuestra confianza? Vuestra fe, el reconocimiento y la aceptación del inmenso amor que Dios continuamente manifiesta a los hombres: 'Un Padre que nos ama a cada uno desde toda la eternidad, que nos ha creado por amor y que tanto nos ha amado hasta entregar a su Hijo Unigénito para perdonar nuestros pecados, para reconciliarnos con El, para vivir con El una comunión de amor queno terminará jamás'. (Mensaje a los jóvenes, 30 de noviembre, 1986). Sí, Jesucristo muerto y resucitado es para nosotros la prueba definitiva del amor de Dios por todos los hombres. Jesucristo, "el mismo ayer y hoy y por los siglos", continúa mostrando por los jóvenes el mismo amor que describe el Evangelio cuando se encuentra con un joven o una joven.
Así podemos contemplarlo en la...
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