Discurso

Discurso "Día de los derechos del estudiante secundario"

Todos sabemos que los actos escolares, en general, tienen dos significados. Algunos son de festejo, de alegría, como cuando uno recuerda laindependencia de la Patria; y otros son de conmemoración, de solemnidad y de tristeza. Éste es uno de los últimos y está vinculado a la memoria. 
En ese momento la Argentina estaba sometida a unterror de Estado que fue utilizado para acallar, asesinar o hacer desaparecer a quienes se oponían.
¿Para qué recordar?
Tenemos que recordar porque los pueblos tienen que tener memoria de sus hechos,de sus héroes, de sus militantes y de los procesos que vivieron.
Los estudiantes que fueron secuestrados y desaparecidos, eran chicos como nosotros. Jóvenes con espíritu militante como miles dejóvenes de esa época.

Recordar es afirmar los valores de solidaridad, de amor al prójimo, de justicia social, de cultura para todos. No es bueno que el recuerdo y la memoria sirvan para el odio, para larevancha. Deben servir para amar, para sostener la verdad, la justicia y el castigo a los culpables.

Hoy se recuerda la operación conocida como la “Noche de los lápices”, que se desarrolló en 1976,durante la dictadura militar e implicó el secuestro y desaparición de 10 estudiantes secundarios que hacían ejercicio de su ciudadanía, que luchaban para facilitar el acceso a las escuelas de cada unode sus compañeros de aula.
Tenían entre 16 y 18 años, con la ternura de la infancia en el rostro y la utopía de la adolescencia en el alma. Con los típicos delantales blancos reclamaban el boletoescolar, suprimido por el gobierno militar. Creían que su demanda era justa, especialmente para los chicos pobres. Vivían en La Plata y los fines de semana ayudaban en las villas miseria. En la madrugadadel 16 de septiembre fueron arrancados de sus casas por los hombres del general Camps, jefe de policía, en su plan perverso de eliminar cientos de adolescentes “subversivos”, como ellos los...