Discurso

La boda de mi mejor... amiga
Se casa Cristina, mi querida Cris, una amiga inseparable de la infancia que, de repente, se ha hecho mayor y empieza a hacer este tipo de cosas. Confieso que es laprimera boda no familiar a la que voy pero sospecho que tampoco va a ser la última. ¡Y mira que yo creía que éramos la generación del no-compromiso y que estas cosas habían pasado a la historia! Pues no,de hecho Cris de pequeña se probaba el vestido de novia de su madre y se imaginaba bajando una gran escalinata al más puro estilo Sisí Emperatriz en su mejor momento...

Yo fui de los primeros enenterarme, por aquello de que SOY SU MEJOR AMIGO y, la verdad, tuve que hacer un gran esfuerzo por disimular mi tristeza: “¡¡¡¡¡que la niña se me casa!!!!!”, pensé yo y no muy feliz que digamos... Escierto que entre nosotros sólo ha habido una larga y cómplice amistad, pero eso no impidió que me saliera un cierto rollo-pertenencia... al respecto.

Cuando yo ya me sentía mejor conmigo mismo y conla idea del inminente compromiso, intenté colaborar con la mejor cara posible a tan grandioso acontecimiento. Presencié algunas discusiones prematrimoniales entre la pareja por los nervios y serví deconfesionario para ciertas inseguridades de última hora causadas por los mismos nervios. Por otro lado me llegaron ofertas externas para participar en el regalo de boda y eso sí que no... Lo primero:la Thermomix no me parece un regalo de boda, ni el tarjetazo, una declaración de cariño. Y no hablemos del “descuento-pareja” que, además de hacerte más pobre porque tú pagas más, te hace recordarque a la boda vas solo.

Hasta aquí todo marchaba más o menos. Lo peor estaba a punto de llegar. Hoy, cuatro días antes de la boda, me llama Cris y me dice con su mejor y más tierna voz, que le haríauna ilusión tremenda que leyera algo en su boda, ya que “como la boda es civil y la quiero hacer muy personal, quién mejor que tú, mi MEJOR AMIGO, para dirigir unas palabras” ¡delante de los 200...