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Miguel Cabrera
Hacia la década de los treintas en el siglo XVII, Nueva España se perfilaba como una colonia bien conformada. Era un territorio que había dejado atrás laépoca conquistadora y evangelizadora. Los criollos habían formado familias y patrimonios, sustentados en la única nobleza descendiente de los conquistadores. El mestizaje había cobrado vida y empezaba aobservarse una marcada diferencia de clases.
La iglesia por su parte, manifestaba una renovación de poder puesto que se había enriquecido a lo largo de los años. Sin embargo, la lucha de poderes,tuvo en consecuencia muchas pugnas entre las órdenes -clero regular- y las instituciones eclesiásticas -clero secular-. Este problema intervino fuertemente en la historia novohispana, puesto que paraeste momento surgirían diversos cambios sociales, religiosos y políticos que incidieron inclusive en el ámbito artístico. |
Anónimo
Uno de los hechos más significativos durante este periodo es lasecularización de las parroquias, es decir, la pérdida de la administración de los frailes para pasar a manos de obispos y arzobispos.1 La actitud misionera que había estrechado vínculos -a sumanera- con los indígenas, estaba disipándose poco a poco. Nueva España ahora miraba hacia Europa y comenzaba la distinción criolla frente a los "gachupines", desencadenando un criollismo naciente quetuviera su clímax y auge en el movimiento independentista.
Así pues, el indígena pasa de ser el protagonista, el objeto de la conversión religiosa al destino inevitable de la esclavitud y el rezago. Lahistoria colonial se encuentra aquí en manos españolas y criollas que constituirían el marco artístico del siglo XVII. Por ello, las personalidades y los protagonistas de esta historia derivada de laansiedad por identificarse ante la Península, son propiamente de origen criollo. Tal es el caso de Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700) y Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) figuras que...
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