Diseño
En la publicidad de Ariel aparecía un personaje permanente,el señor Luis Gimeno, quien circulaba entre las mujeres en los lavaderos públicos hablando de la marca nueva. Para demostrar el poder limpiador de Ariel, el señor Jimeno vertía el producto en un“platón” lleno de ropa que luego comenzaba a agitarse como si fuera una lavadora automática. Jimeno explicaba que era la acción de la fórmula única a base de enzimas la que hacía que el platón actuara comouna lavadora, y hacía el chaca chaca (imitaba el sonido de la máquina) en cada lavada. En un mercado que apenas comenzaba a adoptar las maquinas lavadoras pero donde todavía dominaba el lavado a mano,la imagen tocó una cuerda sensible al comunicar el proceso invisible de la limpieza enzimática de una manera fácil de comprender. El Ariel acumuló una participación cada vez mayor durante los años 70,llegando al primer lugar en 1977.
Esta vez, el primer lugar en participación representó una victoria en el mercado con implicaciones decisivas: Ariel elevó a P&G de una posición de competencia a unade mando en México. A diferencia de Rápido, Ariel era un producto de tecnología avanzada y con un desempeño manifiestamente superior. Y para finales de los años 70, se había establecido en el mercadocomo un producto de valor superior pese a su previo elevado. En pocas palabras, P&G México tenía entre manos la semilla de una megamarca. Para cuando Martha Miller de Lombera se vinculó como...
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