Diseño

Aún escucho sus pasos en el silencio, sus palabras en la nada y su piel tan cercana a la mia. Aún te siento sintonía agonizante, sombra de mil reflejos que sollozas en el viento. Aún te veo a ti en las noches deslizándote de entre las sabanas y recorriendo despacio para no despertarme la habitación tan ausente de tu voz.
Aún no has muerto sombra mia, aún existes en esta soledad tan infinita, aúnte veo, usas mi ducha cada día y me besas sin sentirte. Creo que me he enamorado de tu sombra, de tu silueta, de lo invisible que eres cuando no estas aqui. Creo que a ella es a la que amo y ya no más a ti. Amo mas a tu silueta en la obscuridad sin decir una palabra que tu silueta a carne viva demostrando como el pasado es inexistente.
Te amo a ti en cada noche cuando no te veo y sólo te sueño.Te amo cuando me quedo con tus recuerdos y no con el repulsivo presente de quien eres. Me enamore de un pasado y no de un presente. Me enamore del vacio que se siente al hacer el amor con una sombra. Me enamore de besar a la ausencia. Me enamore de una sombra...

Las cortinas de Valeria
Las cuatro de la madrugada y ella estaba ahí sentada pensativa sobre el colchón. Tiene más de doce horassentada en la misma posición, pensativa de un futuro adyacente. Me mira como loca como si entre mis ojos encontrará las respuestas y suspira una y otra vez. Sus ojos negros, ensanchados denotan haber llorado más tiempo y éstos desbordan las últimas lágrimas secas que son capaces de dar.
- Creo que me voy en cuanto pase el primer camión- pronunció Valeria sin voltearme a ver.
-te puedo llevar en elcarro y tu lo sabes- respondí convirtiendome en protagonista de mi propio relato.
- no lo necesito, en la tarde paso a recoger mi ropa Javier- dijo con voz cortante, ya no había suplicas, ni promesas sólo resignación. Dos años atrás probablemente esta casa fuera presa de romantisismo y las cortinas color salmón de Valeria. Pero hoy ya no había mas cortinas de ese color.
- Las compre ayer, vancon la casa, hace que se vea mas iluminada- dijo Valeria entre risas mientras las colocaba sobre el ventanal. Permíteme presentarte a Valeria la conocí hace apenas hace tres meses, es morena con un toque de color salmón como las cortinas, esbelta y cinco centimetro más alta que yo.
Ahora ese recuerdo ya no queda más, Valeria no es la misma y el salmón ya no brilla ante su piel. Ella como laValeria que antes amaba cruzo como un martes cualquiera la puerta pero la diferencia derivaba que este martes su regreso sería un adios y no un hola.
Sentía que moría por dentro, que desbordaba lagrimas sin derramar y que al mismo tiempo la indiferencia arraigaba como escudo. Me senté en aquel sofá viejo después de que ella se marcho, el único sofá que pudo sobrevivir después de que Valeriainundará la casa de un color salmón repugnante y como si fuera poco mi sofá quedaba enfrente de aquellas cortinas con alucinante color alguno.
-Salmón y Valeria es lo único que queda después de su partida- dije en voz alta mientras pensaba. Pensaba en ella, no lo puedo evitar, pensaba profundamente e irremediablemente en ella, cuando misteriosamente mi sillón se deslizó algunos centimetros haciaadelante. Lo que me hizo recordarla más, recordar su sinestra forma de actuar con mi mueble.
- ¿Por qué no le regalamos tu sofá a Juan y compramos uno nuevo?- dijo Valeria mientras veía con ojos de asesina y desprecio a mi sillón.
- No Vale ya te dije que no- respondí con tono cansado de mantener la misma discusión por un mueble. Probablemente a la siguiente semana lo encontraría en la calle enespera de que lo recogiera la basura e inmediatamente lo subiría nuevamente. Digo probablemente porque ocurría una vez al mes lo mismo.
Nuevamente mis recuerdos y pensamientos se vieron interrumpidos por otro deslice del sillón ¿sería acaso que éste cobraría vida? o ¿qué se quisiera vengar de mi Vale o mi ex Vale?
-Tranquilo ya nadie te molestará- le dije a mi mueble con suspiros y caricias para...