La muerte es algo que ha producido temor al ser humano desde que éste tiene conciencia de sí mismo. La muerte es a la vida como la sombra es al cuerpo que la proyecta; la muerte ensombrece de esemodo todo aquello que te hace feliz en tu vida. Del mismo modo, la muerte sigue a la vida como tu sombra te sigue allá donde vayas, incansable, conformando cara y cruz de una misma moneda. Sin embargo,no es algo que tengamos presente de forma continua, sino que nos asalta cada vez con más frecuencia cuanto más cerca la sentimos, bien porque nuestra vida avanza y cada vez notamos más próximo sufinal; o bien cuando asistes a la muerte de alguien cercano. Es en ese momento cuando reaparece la certeza de nuestra propia mortalidad, invadiéndonos de ese modo sensaciones de miedo, rechazo, impotenciay al mismo tiempo el deseo de aprovechar cada momento de nuestra vida; reaccionando de este modo a los dos grandes interrogantes que nuestro propio fin nos plantea: ¿Cuándo llegará? ¿Habrá algo másallá o no seré ya nada cuando me alcance?
El hombre está incómodo con la idea de que algo de su existencia escape a su control. Necesita dominar cuanto le rodea para seguir considerándose el servivo que impera en el universo, aun cuando éste mismo sea algo todavía muy desconocido para él.
La muerte, su muerte, parece un gran enigma que no consigue descifrar debido a la ausencia deexperiencias y conocimiento de este fatal desenlace al que está irreversiblemente condenado.
¿De qué se ha valido el ser humano para intentar esclarecer esta incertidumbre?
A lo largo de la historia, ya través de la filosofía y de las creencias religiosas, ha intentado desarrollar una malla de teorías que tratan de proporcionarle una mayor sensación de permanencia, en algunos casos, y, en otros,ha llegado a la conclusión que no dispone de mayor certeza que la que le proporcionan sus conocimientos empíricos, reduciendo su esperanza a aquello que consiga construir en su vida corporal,...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.