CAPITULO 10 – LA TIPOGRAFÍA PARA UNA ÉPOCA INDUSTRIAL La revolución industrial tuvo lugar por primera vez en Inglaterra entre los años 1760 y 1840. Se trata más de un proceso de cambios económicos y sociales que sencillamente de la industria. La energía fue el impulso básico para transformación de la sociedad agrícola en la sociedad industrial. La fuerza animal y humana fueron las primeras fuentes de energía hasta que James Watt (1736‐ 1819) perfeccionó la máquina de vapor, que se desarrolló rápidamente a partir del año 1780. Un gran número de personas dejaron de trabajar las tierras y buscaron empleo en las fábricas. Las ciudades crecieron rápidamente al igual que las riquezas. El poder político se desplazo de la aristocracia hacia los fabricantes capitalistas, comerciantes y clases trabajadoras. La demanda de producción crecía gracias a una población urbana con gran poder de compra, estimulando las mejoras tecnológicas. Esta circunstancia facilitó la producción en masa, lo que produjo un incremento en productos disponibles en el mercado y la reducción en los costos. La abundancia de mercancía barata estimulo un mercado masivo. Los diversos materiales gráficos jugaron un papel importante en la comercialización de la producción industrial. Los trabajadores que cambiaron sus trabajos de las áreas rurales sobre pobladas por fábricas urbanas trabajan ahora 13 horas diarias por sueldos miserables y habitan viviendas insalubres. Esta nueva forma de trabajo provocó una sobreproducción, almacenamiento de mercancía y saturación del mercado. El grado más alto de igualdad, que se inició a partir de las revoluciones, Francesa y Americana, trajo consigo un mejoramiento en la educación pública, y por lo tanto, la posibilidad de leer y escribir, por lo que el público lector aumentó. La tecnología hizo bajar el costo unitario e incrementó la producción de materiales impresos de tal manera que su disponibilidad originó una demanda insaciable y ...
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