disfrutando uruapan

Capítulo vii
Un oficio para cada barrio.
Este fue un sistema inigualable, que fray Juan de San Miguel y don Vasco de Quiroga desarrollaron para la rehabilitación de Michoacán. ¡Con qué visiónplanearon un futuro optimismo y productivo para su entristecía grey; todo practico, todo posible para la voluntad, la energía y la fe! ¿En dónde se ha logrado desde entonces una reforma socialcomparable y en tan poco tiempo? Para los michoacanos hubiera empezado una edad de oro, a mediados del siglo XVI, si tan solo a los mejores y más liberales de los franciscanos allí se les hubiera dado latranquilidad necesaria para combinar la civilización europea con la americana. Porque muchos otros franciscanos eran como fray Juan y don Vasco; profunda y sinceramente humanos. Ellos se esforzaban porproteger a los indios contra la voracidad de los soldados, la mayoría de los oficiales y los fanáticos religiosos.
Paracho es aún famoso por los talleres que don Vasco estableció allí; Nahuatzen por sustextiles. Todavía, cada sábado, los fabricantes de muebles de Paracho bajan trotando al Domingo de Mercado en Uruapan, cargando altas pilas de camas y sillas de madera. Paracho aún hace guitarras yviolines, de tamaño normal y en miniatura. Y el tornero parachense, fabricando sin parar saleros, polveras, pequeñas vajillas de madera e infinidad de chucherías, debe estar entre los artesanos máshábiles del mundo.
La gente de Nurío hizo el sombrero que usaba don Vasco. Él puso a Nahuatzen a bordar huanengos: la blusa típica de algodón blanco de la sierra, sin mangas, con una abertura cuadradapara el cuello. Parangaricutiro se convirtió en su tiempo en San Juan de las Colchas; otro pueblo de la Sierra, en San Felipe de los Herreros; una aldea próxima a Pátzcuaro es Santa Clara del Cobre,renombrado centro fabricante de excelentes cazos y cazuelas. Cocucho tallaba madera y torneaba rosarios. Turicuaro picaba metates. Los hombres de Arantzan eran muleros y los Quinceo hacían sillas de...