Divagando En La Oscuridad
Nuestro mal actuar pesa, y nos acompaña para siempre, como es el caso de mi antepasado Marco Antonio De la Buena Fuente, y yo les revelaré su historia.
Mi abuelo Marco Antonio me dijo que él siempre fue un niño travieso, por no decir malo. Tenía aproximadamente once años cuando le ocurrió la historia que les contaré más adelante, su estatura era mediana, sus ojoseran grandes y penetrantes. Siempre desobedecía las órdenes de su padre y los castigos no provocaban efecto alguno en él. Su padre, desesperado, ya no sabía que más hacer, un hombre que había criado solo a su hijo, no tenía a quién pedir ayuda, aquel niño al que amaba y que le recordaba su niñez, porque eran físicamente muy parecidos, ya no tenía esperanzas.
– ¡Vuelve aquí pequeño maleante! –gritóla anciana llamada Elba Lazo– ¡No te permitiré burlarte de mí!
Pero Marco Antonio era más rápido que ella, y la dejó atrás en muy poco tiempo, pero tropezó con una piedra y cayó. De repente se vio a sí mismo en una pradera con muchos árboles y un verde pasto, sintió un dolor punzante en la rodilla y se vio lastimado.
A lo lejos vio una pequeña casa y me contó que fue a pedir ayuda. Cuando porfin llegó, golpeó la enorme puerta esperando a que abriera alguien, después de unos segundos apareció un gran hombre que vestía de manera sencilla, quien lo invitó a pasar, allí este hombre misterioso le contó que su nombre era Guillermo y que era un leñador. Mi abuelo, al ver que era una casa muy simple comenzó a burlarse hasta tal punto que lo sacó de sus casillas, se levantó de la mesa ycomenzó a perseguirlo, mientras que Marco Antonio espantado corría lo más rápido posible. Su persecución duró hasta que el cielo se había tornado oscuro. De repente Marco Antonio llegó a un lugar muy extraño, con árboles sombríos además de un aroma nauseabundo en el aire, cuando súbitamente tropezó y cayó dentro de un pozo, que para suerte de él, no tenía agua.
Me dijo que la caída le provocó muchodolor y quejándose exclamó:
– ¡Oh, desgraciado de mí! ¡Pobre de mí!, si tan solo no me hubiese burlado de ese tal leñador llamado Guillermo, ¡Oh, desgraciado de mí!
– Malvado niño, ¡os encontrare! ¡Lo juro por mis antepasados! –pero Guillermo no se dio cuenta que Marco Antonio se encontraba en el pozo, por lo que siguió en su búsqueda.
Inesperadamente él escuchó un eco dentro del pozo,seguido de una voz extraña y profunda la cual anunció:
– ¿Qué os ha pasado, pequeño niño? Que tus lamentos se escuchan hasta el otro lado del mundo.
– ¿Quién osa interrumpir mi agonía? –preguntó mi abuelo sorprendido, que al escuchar esta voz misteriosa intentó averiguar de quien se trataba. Al acercarse al lugar de donde provenía la voz lo único que encontró fue una roca, iluminada por la luz de laluna.
– Mi nombre es Ángel Custodio, y fui doctor antes de que el leñador Guillermo me transformara en roca –Mientras el pozo se inundaba de lágrimas provenientes de la roca.
– ¿Me has de decir que Guillermo el leñador es un hechicero? –en ese momento Marco Antonio estaba tan sorprendido que le costaba respirar y le temblaban las manos.
– Sí, y ahora que lo pienso… él y tú se parecen demasiado–Expresando en su voz desconcierto.
Ambos se encontraban tan estupefactos que se quedaron un buen rato en silencio, mientras que Marco Antonio pensaba en cómo salir de ahí. Ya pasado un tiempo, Ángel le preguntó porqué había caído en ese pozo y Marco Antonio lleno de pesar, porque comenzaba a darse cuenta de sus errores, se dispuso a contarle su historia.
Cuando terminó, Ángel suspiró:
– Loserrores de tu pasado comienzan a jugarte una mala pasada, ya verás que las buenas acciones tienen su recompensa, pero para ello, primero debes salir de aquí y darte cuenta de los mal que te has portado.
Mientras divagaba en la oscuridad del pozo, debido a las nubes que atravesaban el cielo amenazando con una lluvia torrencial, Marco Antonio encontró la solución, había una polea con una cuerda...
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