Divagando
Cuando era niña solía estar rodeada de fantasmas, de temores que la acechaban. No eran miedos injustificados, aunque sumadre los minimizaba diciendo que eran sólo producto de su cobardía, de su falta de actitud para enfrentar la vida, y tenía pena por ella, por lo que le esperaba de no endurecerse más, de no adoptar unaconducta más osada. No sabía si su trato riguroso hacia ella era la solución o más bien una forma de atemorizarla más aún.
Esa tarde Marisa se levantó a las nueve de la mañana, el sol en el patioanunciaba una calurosa tarde y ella así lo prefería porque podría bañarse en el río con sus hermanos y no sería un día igual a los otros en los que la casa era una prisión para todas sus ansias dediversión.
2.No era un capítulo más, no lo era, pero ella sentía la necesidad de comenzar algo nuevo, diferente y sabía que siempre había posibilidades, aún más allá de todos sus fracasos y desaciertos.Se había encontrado el día anterior con Antonio, ese amigo extravagante que en cada encuentro solía inspirarle ideas renovadoras para su vida y que siempre parecían ser la solución a todos susproblemas, sólo bastaba ponerlas en práctica. Esta vez, Antonio estaba haciendo un revolucionario curso de yoga, ejercicio y meditación que lograban “iluminar tu existencia”. Y para probar la veracidad de...
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