Contrariamente a lo que se espera, la educación rural /indígena ha producido principalmente pobreza cultural al romper los mecanismos y redes de transmisión de saberes locales; la escuela, más quesumarse a los esfuerzos de las comunidades por consolidar su identidad cultural y ofrecer formas de atención a sus problemas más apremiantes, ha producido un mecanismo de aculturación e imposicióncultural. En este sentido, es necesario un cambio radical en la educación, que dé respuesta a las necesidades que la sociedad multicultural y diversa del país y la región exige; una educación digna yrespetuosa de las diferencias en un sentido amplio; la cultura, las clases sociales, los géneros, las capacidades, motivaciones, expectativas y concepciones de los alumnos, son factores que deberán estarpresentes en una nueva concepción y orientación de la educación. Todos los que estamos inmersos en la tarea de educar y educarnos somos responsables de la calidad educativa. No habrá calidad educativaen nuestro país, sin el reconocimiento y la atención a la diversidad en los salones de clase.
La diversidad nos invita a no saltar etapas, a no excluir a ningún componente de civilización, a noolvidar ninguno de los caminos de la relación entre saber, hacer, y ser. Pues aprender a saber supone aprender a hacer, y aprender a hacer supone extender el aprendizaje individual al trabajo compartido,a la prueba de una mayor asimilación de la enseñanza mediante experiencias de trabajo y labor social. Pero saber y hacer conducen al cabo al aprendizaje del ser mismo y por esto se entiende, más queotra cosa, la voluntad de tender la mano de la educación a todos: que no se pierda ningún talento de ningún niño, joven o adulto mexicano. Sólo así daremos respuesta humana, respuesta mexicana, a losdesafíos del nuevo milenio (Fuentes, 1997).
El diplomado se ha constituido, poco a poco, no sólo en una oportunidad de formación y actualización docente sino, fundamentalmente, en espacio de...
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