Diversos

Han transcurrido noventa y siete años desde la muerte de Petronila Neira, quien hoy día es conocida principalmente por su calidad de “animita “ adquirida  mediante un proceso de “beatificación” popular suscitado al margen de las complicadas y alambicadas disposiciones eclesiásticas, de tal suerte que en el seno de su cultura y locus social su recuerdo regresa precedido del reconocimiento a sumartirio y sufrimiento, y fundamentalmente, ese sacrificio escatológico que “explica”  el hallazgo de su cadáver flotando en la laguna,  pese a las piedras dispuestas en su cintura por los victimarios para perpetuar la impunidad de su crimen.
Las visitas al Cementerio General de Concepción, lugar de residencia de su “gruta”, son numerosas y frecuentes, a tal punto de ser reconocida y señalada comouna  de las más populares y solicitadas  animitas del país.  Resulta significativo que el  grueso del contingente de feligreses sean mujeres de sectores populares, seguramente muchas de ellas con historias de vida signadas por el abuso y la violencia. 
Para referirse  hoy al feminicidio como “fenómeno social”  debemos antes situarnos en el contexto específico de una sociedad globalizada, conmatrices sociopolíticas e ideológicas diametralmente distintas a las existentes en el Chile del “centenario”. El importante aporte y avance del movimiento feminista durante el siglo XX ha impregnado  el discurso público y las relaciones sociales de nuevas categorías conceptuales que constituyen nuevos conocimientos, nuevos – e imperativos- análisis y que se  han expresado, lentamente, en políticassociales estatales con una orientación distinta en lo concerniente a las relaciones de género.
El crimen de Petronila Neira, dados sus características, se inscribe en la tipología “feminicidio íntimo”, el que se define como  asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia u otros afines.
Según estadísticas del SERNAM  e informacionesde prensa, durante el año 2007 y hasta el  27 de septiembre, se han cometido en el país 48 feminicidios, esto es un frecuencia de 5.3 por mes. 
Llama la atención finalmente los relatos y testimonios de los victimarios acerca de las motivaciones a las que aluden para “justificar” sus crímenes:
“me estaba engañando y quería reconquistarla”
“comencé a tener celos…”
“ellas se puso‘escandalosa’….decía que tenía otro hombre….como que enloquecí”
“…ella se negó a tener relaciones sexuales y ahí procedí a golpearla, luego la ahorqué y la llevé arrastrando”  (“Femicidio en Chile” Corporación La Morada)
Los Celos, la lascivia y  el temor insondable a perder el control sobre la mujer -  y de paso  dejar en entredicho su “masculinidad” y “hombría”-  operan  como  mecanismos explosivos y resolutivos enlos femicidas a la hora de decidir  dar muerte a una mujer, más aún cuando  es posible ampararse en la “naturaleza”  violenta y agresiva de los hombres.
Por cierto la frialdad y  displicencia contenida en los relatos no hacen otra cosa que reafirmar la certeza absoluta que los femicidas  tienen acerca de su posición jerárquica en la relación que sostienen con sus parejas mujeres. ¿Acaso no fueronéstas,  97 años antes, las mismas causas y “razones” que esgrimieron Carrillo y  Retamal para justificar  el asesinato de Petronila Neira?

COROLARIO
A la 1 de la madrugada del  martes 25 de septiembre, en un sitio eriazo de la comuna de Huechuraba en Santiago, Karina Rojas Cañas, de 16 años, fue apuñalada y degollada por Pedro Villarroel Morales de 23 años, su pololo. Posteriormente elmuchacho se auto-propinó heridas en el cuello y tórax, aunque se encuentra fuera de riesgo vital. Según los familiares de la víctima, el sujeto amenazaba y golpeaba a Karina e incluso tenía antecedentes delictuales  (SERNAM)
 

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Santo Domingo
La niña Jonaymi Minaya Martínez, de apenas 3 años, sale cada tarde a la puerta de su casa a esperar a su madre. Ella siempre le traía dulces y...