divertidooo Amanecer -Stephanie meyer
Apuesta” dijo Edward, lanzando una breve mirada a sus hermanos - sabiendo sin lugar a dudas que ellos habían apostado por algo que a él no le gustaría - antes de continuar leyendo.
Clavé los ojos en él durante más de un minuto sin saber qué decir. No se me ocurría nada.
La seriedad abandonó su cara cuando vio miexpresión de estupefacción.
—Vale —dijo mientras sonreía—. Eso es todo.
—Jake, yo... —sentí como si algo se me pegara a la garganta. Intenté aclarármela— Yo no puedo... Quiero decir, yo no... Debo irme.
Me volví, pero él me aferró por los hombros y me hizo girar.
—No, espera. Eso ya lo sé, Bella, pero mira... Respóndeme a esto, ¿vale? ¿Quieres que me vaya y no volver a verme? Contesta consinceridad.
"Sí," murmuró Edward.
"No creo que esa es su respuesta", sonrió Emmett.
"Debe ser" dijo Rosalie. "Es cruel encadenar el chico de esa manera."
Incluso Edward la miró extrañamente.
"No estoy diciendo esto en defensa del chucho," Rosalie le gruñó a todos. "Simplemente no suena como ella ..."
"No, tienes razón" Edward estuvo de acuerdo y antes de que nadie pudiera decir nada másempezó a leer de nuevo.
Era difícil concentrarse en esa pregunta, así que me tomé un minuto antes de responder.
—No, no quiero eso —admití al fin. Jacob esbozó otra gran sonrisa.
—Pero yo no te quiero cerca de mí por la misma razón que tú a mí —objeté.
—En tal caso, dime exactamente por qué me quieres a tu alrededor. —
Me lo pensé con cuidado.
—Te echo de menos cuando no estás. Cuando túeres feliz —puntualicé—, me haces feliz, pero podría decir lo mismo de Charlie. Eres como de la familia, y te quiero, pero no estoy enamorada de ti.
Edward parecía estar luchando para leer a aquellas palabras, especialmente la parte donde ella dice que es feliz cuando esta con él.
El asintió sin inmutarse.
—Pero deseas que no me vaya de tu vida. —
—Así es. —
"No estas hacienda un buentrabajo…" Murmuró Alice.
Suspiré. Era inasequible al desaliento.
—Entonces, me quedaré por ahí. —
—Lo tuyo es masoquismo —refunfuñé.
—Sí —
Acarició mi mejilla derecha con las yemas de los dedos. Aparté su mano de un manotazo.
—¿Crees que podrías comportarte por lo menos un poquito mejor? —pregunté,
irritada.
—No. Tú decides, Bella. Puedes tenerme como soy, con mi mala conducta incluida,o nada...
Le miré fijamente, frustrada.
—Eres mezquino. —
—Y tú también. —
Eso me detuvo un poco y retrocedí un paso sin querer. Él tenía razón. Si yo no fuera mezquina ni egoísta, le diría que no quería que fuéramos amigos y que se alejara. Me equivocaba al intentar mantener la amistad cuando eso iba a herirle. No sabía qué hacía allí, pero de pronto estuve segura de que mi presencia no eraconveniente.
"Bien" dijo Edward, ahora realmente le gustaba la forma en que Bella estaba pensando. "¡Sal de ahí!"
—Tienes razón —susurré.
Él se rió.
—Te perdono. Intenta no enfadarte mucho conmigo. En los últimos tiempos, he decidido que no voy a arrojar la toalla. Lo cierto es que esto de las causas perdidas tiene algo irresistible.
—Jacob, le amo —miré fijamente a sus ojos en un intentode que me tomara en serio—. Él es mi vida.
Esme sonrió junto con Edward, pero a la vez, ella se está empezando a sentir un poco preocupada sobre esa conversación.
—También me quieres a mí —me recordó. Alzó la mano cuando empecé a protestar—. Sé que no de la misma manera, pero él no es toda tu vida, ya no. Quizá lo fue una vez, pero se marchó, y ahora tiene que enfrentarse a la consecuencia deesa elección: yo.
Edward gruñó ante eso, obviamente porque el chucho había sacado aquel tema y que él no podía dejar de estar de acuerdo con este.
Sacudí la cabeza.
—Eres imposible. —
De pronto, se puso serio y situó su mano debajo de mi barbilla. La sujetó con firmeza para que no pudiera evitar su resuelta mirada.
—Estaré aquí, luchando por ti, hasta que tu corazón deje de latir,...
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