divorcio

El ser humano y la naturaleza:
historia de un divorcio

Elisa Oteros Rozas
Mayo 2006

ECOLOGÍA HUMANA: POBLACIONES HUMANAS ACTUALES

Hubo un tiempo en que el ser humano sabía que era una pieza más de un puzzle
llamado Tierra. Un puzzle de dimensiones y piezas infinitas (más parecido a un cubo de
Rubik, que a un puzzle bidimensional), en que no sólo ninguna de estas piezas existe sinlas demás, sino que las energías que las ligan van más allá de lo que ningún hombre es
capaz siquiera de imaginar. Una naturaleza tan misteriosa como compleja. El ser
humano sabía que vivía en esa “matriz”, por ella y para ella, como fuente y sumidero de
estas energías. La humanidad, transformando y transformándose, participando de un
equilibrio dinámico, testigo durante generaciones de loevidente e intangible en la
naturaleza, albergaba en sus tradiciones esa sabiduría de lo que ES. Como parte íntegra
del mismo ciclo de la vida del que dependía íntimamente, incorporaba a su cultura el
respeto y cuidado de la naturaleza y su realidad, intrínsecos a su propia existencia. Sin
fórmulas, sin conocimientos científicamente probados, incluso sin escritura, el saber de
lo que es la Tierraera mucho más próximo a la verdad de lo que ahora interpretamos.
Hasta que en un momento dado (no sabemos bien cuando, cómo ni por qué
exactamente), algo pasó y esa piececita se miró alrededor y creyó ser poseedora y
controladora (o poder serlo) de todo cuanto veía y no veía. Podía construir, luego podía
separar aquello que era “suyo” de aquello que era de “otro”, y de este modo, se pudocategorizar todo en dos grandes grupos: lo que me pertenece y lo que no. Algo parecido
a lo que le explica el hombre de negocios al principito de Saint-Exupéry: “Cuando
encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no
es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya.
Yo poseo las estrellas porque jamás, nadie antes queyo, soñó con poseerlas”. Por otro
lado el ser humano empezó a sentirse cada vez más capaz de comprender y así prever
los procesos naturales. Para mi éste es el punto de inflexión más claro en la historia de
la Ecología Humana. En el momento en que el ser humano deja de ser consciente de su
posición en el sistema del que forma parte y empieza a actuar en consecuencia con esta
nueva visión(nueva para él, y nueva en la historia de la vida en nuestro planeta), el
equilibrio empieza a tambalearse.
Sin embargo, durante miles de años, la capacidad de intervención de nuestra
especie se ha mantenido dentro de unos márgenes compatibles con la vida, con la
nuestra y con la de este gran ecosistema del que formamos parte, la Tierra. Este puzzle,
que no es otra cosa que la naturaleza (laPacha Mama, la madre de todo y todos), es tan
resistente como complejo, pero no es indestructible o insensible. Cada una de sus
piezas, a pesar de ocupar un lugar que no es, ni ha sido siempre, el mismo, es
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importante respecto al todo. En el momento en que una de las piezas empieza a dar
“saltitos” y a querer separarse de las demás, a colocarse y a colocar a las demás a su
antojo, a quererinterferir en los flujos que las unen… el funcionamiento del conjunto se
ve comprometido. “El hombre no tejió la tela de la vida, es sólo un hilo de esa trama, lo
que le haga a esa tela se lo hace a sí mismo” (jefe indio Seattle).
Queda aún cercana una reminiscencia de aquel tiempo en que el ser humano
todavía no había desarrollado esta soberbia. La creencia en el folklore popular de casitodos los pueblos que cohabitan nuestro planeta, de que las divinidades crearon al
hombre a partir del barro, de la tierra, idea que ha quedado plasmada en el propio
lenguaje: Hombre = Humus = Tierra (en latín) del mismo modo que Adam = Adamah
= Barro (en hebreo). El ser humano, no sólo es una pieza más, sino que su materia
prima es la misma que la del resto de piezas. Meros moldes de barro...