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La casa de los espejos: autoimagen, autoconcepto y autoestima. ©
 
Por: Dr. Gilberto Medina, Ph. D. 
“Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza’...”
Génesis 1:26
 
            Existen tres anclajes invisibles que determinan el que el ser humano naufrague en el vendaval de la vida actual o que anclado firme y saludablemente pueda, no sólosoportar, sino disfrutar la vida diaria.  Son invisibles estos anclajes aunque no lo son sus evidencias y manifestaciones.  La manera en que vivimos, las cosas y experiencias de las cuales nos privamos o en las que nos deleitamos, nuestro sentido general de disfrute y adecuacidad los manifiestan. 
            La autoimagen, el autoconcepto y la autoestima se manifiestan al centro de nuestro diariovivir, habitan en tu mente y pensameinto y, más importante aún, guían, sin pregunarte la dirección, el carruaje de tu vida.  Es, por ende, vital que sepas los magnetos que te llevan a un norte, que ni tan siquiera haz tomado tiempo para determinar.  Con la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo puedes cambiar tu polaridad interior y, como resultado, tu exterior para que te puedas encaminar aldestino que Dios ha trazado para ti.
            La mejor manera de definir el concepto de autoimagen es la más sencilla y útil de todas.  Tu autoimagen es lo que ves cuando miras al espejo de tu conciencia, la imagen que percibes al pensar en ti.  Es la pintura que se exhibe en la galería de tu interior.  Tu autoimagen, tu retrato interno, puesto en palabras contituye tu autoconcepto. Es ladescripción de lo que define quién eres: bueno, generoso, paciente, audaz, inteligente, emprendedor, hermoso, malo, tacaño, agresivo, inseguro ignorante, ineficiente, feo, etc.
Lo que somos es el regalo de Dios para nosotros; en lo que nos convertimos es nuestro regalo a Él.
-Eleanor Powell.
            La  autoimagen que sostenidamente mantenemos en el escenario de nuestra mente determina la personaen la que nos convertimos.  La autoimagen que tenemos aparece en la pantalla de nuestro pensamiento cada vez que consideramos quiénes somos y, consecuentemente, influencia lo que hacemos o lo que nos abstenemos de hacer. La cruel desgracia que a veces desconocemos es que nuestra autoimágen en la mayoría de los casos no hemos permitido que sea construida por nosotros mismos, ni por Dios, ni por suPalabra, sino por el lacerante pedregal de cualidades, en su mayoría negativas, que terceros nos han imputado.  Toda autoimagen que no se origine en Dios y en lo que Él dice en su Palabra que somos, nos deforma.  Es como ir al circo y mirarnos en la casa de los espejos.  El reflejo que vemos nos asusta y desmoraliza porque el espejo en el que nos miramos es defectuoso... ha sido alterado.            Cambia tu espejo y cambiará tu imagen. No te definas por lo que la gente dice, sino por lo que Dios dice de ti.  ¿Quién te dijo quién eres? No te mires como te miran otros desde el desenfocado lente de su miopía emocional, ni mucho menos te definas por el reducido vocabulario de sus penas.  Aprende a verte como Dios te ve.
            Verte como Dios te ve implica una revolucionaria transformaciónde tu ser interior, de tu espíritu.  Pues, aunque sea difícil aceptarlo al inicio, mi experiencia pastoral me ha convencido de que no vemos con el ojo sino a través de él.  Nos vemos con el espíritu.  La nueva criatura en Cristo puede estar mirando el mismo reflejo, tono de piel, rizo en el cabello y
No vemos con los ojo sino a través de ellos. Nos vemos con el espíritu.
- Gilberto Medina.
piesde estatura pero nos vemos realmente como somos cuando abrimos el ojo de nuestro espíritu para poder ver.  Tenemos nueva imágen porque Cristo ha regenerado, ha hecho nuevo, nuestro espíritu.  Bien le dijo Jesús a Nicodemo: “Verdaderamente te digo que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios ... No te maravilles de que te dije: ‘Te es necesario nacer de nuevo’”  ( Juan 3:3,7).  Sólo...