Dobles y Rivalidad

Dobles y Rivalidad
Hombre de la esquina rosada y El indigno

"Un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra"
(Jorge Luis Borges: Tú, en El oro de los tigres)

En el último aparte de la Historia del Tango contenida en su Evaristo Carriego, Borges se refiere a "un relato legendario" que, allá por 1927, habría sido personificado por Juan Muraña y un desconocido que llega,al almacén, para desafiarlo. El desafiante, de Corrales (o de Barracas), termina doblemente signado por el del Norte: recibe una marca en un carrillo y una sentencia: "Te dejo con vida para que volvás a buscarme".
A partir de este momento, será Borges el que vuelva sobre esta historia en incontables oportunidades en las cuales solo serán alteradas, cada vez, "...las circunstancias, la hora y unoo dos nombres propios"1.
Desde la supuesta recepción de aquel relato hasta Hombre de la esquina rosada (1933/1934), median un primer cuento, Hombres pelearon (1927), y la versión de 1933 Hombre de las orillas. En 1950, llegaría el guión para Los orilleros, en colaboración con Bioy. Hacia 1953, Borges incluye en Evaristo Carriego la historia del "manco Wenceslao Suárez" y, en 1965, las milongasPara las seis cuerdas repiten episodios de la mitología del arrabal. La historia se repite con algunas alteraciones.
Además de los protagonistas, Muraña, Paredes, Chiclana, Suárez o Juárez y algún otro, también es recurrente el marco: "los arrabales últimos", "Gauna y el Maldonado" o Gaona y Rivadavia, los Corrales, el Riachuelo..., ese barrio de Flores que es aludido a partir de los nombres desus guapos: Rosendo, Jacinto, Garmendia...
La presencia femenina más incesante en la obra borgeana es "Julia" - a veces: la Juliana para "los Nilsen" de La intrusa y para Santiago/Jacobo Fischbein en El indigno -que, en Los espejos velados, es presentada como el amor que "...comenzó siendo una voz sin nombre y sin cara..." en el teléfono. El poeta confiesa que solía salir con ella "...a caminar porsu barrio; que era el de Balvanera". Esta "relación" coincide, felizmente para Julia, con el tiempo en que Borges comienza a reelaborar incansablemente la historia de Los Muraña y de Don Nicanor (Nicolás) Paredes y sus hombres. Tal vez todo es creación literaria, tal vez todo es conjetura, lo posible -no lo cierto- es que vivir en Balvanera posibilitó a Julia ser otra de las piezas en esteajedrez.

Hombre de la esquina rosada

Desde el título, la falta del artículo subraya el valor del sustantivo. El determinante individualizaría al hombre y lo que se persigue es precisar el concepto de hombría. No importa el nombre del hombre. El Norte o el Sur, Juárez o Real, ambos son el mismo hombre, "...un destino no es mejor que otro"2
Mansilla ya había pre-visto claramente el problema: "Elvalor es cuestión de público..." 3
Por esta razón, cada guapo necesitará "un rival" para que lo confirme o justifique. Estos relatos presentan, por necesidades compositivas, una estructura del tipo especular que se irá señalando en su momento.
Rosendo Juárez encarna la hombría de los de "la Villa Santa Rita" -decir "Flores" sería confinar a los personajes a un único escenario posible einscribirlos en la Historia; la transnominación los eterniza en el ámbito de la Literatura o la Mitología -y, ante el desafío del nortero y la sorpresa de los muchachos, no pelea. Nada se dice de las razones de Rosendo... Por ahora. En El informe de Brodie, de 1970, Borges incluye un relato titulado Historia de Rosendo Juárez en el cual, el mismo Rosendo es quien refiere a Borges, después de haber leídosu propia historia en la "novela" del escritor famoso -de la misma manera en que lo hiciera tiempo atrás Don Quijote-, las razones que lo llevaron a rechazar el desafío.
Recuerda Rosendo: "Durante años me hice el Moreira, que a lo mejor se habrá hecho en su tiempo algún otro gaucho de circo..."4 Hasta llegar a "la noche del cuento", en la que Francisco Real le paga unas copas y, acercándose,...