Docencia y ética

Ser Maestros más que Docentes

Así, su responsabilidad social consiste en contribuir, a través de la labor educativa, con la humanización de la sociedad, el mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas que la conforman y la protección del medio ambiente.
Código de ética para docentes de colegios oficiales de Bogotá

Empezando este escrito me fue casi imposible recordar una de lasclases que tuve con un verdadero maestro, él me enseño en que radica la diferencia entre ser maestro y docente, el primero es aquel que siempre va a estar en nuestras vidas, en nuestros pensamientos y en nuestras acciones, por que se preocupó por ser más de lo que su carácter profesional le obliga, encontró amor y compromiso en lo que hace, tanto así que reconoce que quien tiene al frente suyo noes una maquina sino una persona, por lo tanto, sus enseñanzas son atesoradas en el fondo de su corazón. El segundo es aquel que bien sea por la cotidianidad –o por una multiplicidad de motivos que en este momento no vienen al caso– se convirtió en un asalariado más, en alguien que se limita a pensar en su labor como una forma de ganarse la vida sin tomar en cuenta el compromiso político, social yético que adquirió en el momento de pensar en enseñar, en el momento de pensar en que su actuar, su labor está allá en las aulas.

El hecho de que resulte más común hablar de docentes que de maestros radica en que, con el devenir del tiempo, se ha hecho más grande la distancia entre las profesiones y la ética, esta última se presenta como algo ajena a la labor profesional, relacionada convalores que por las condiciones imperantes no resultan ser más que imposiciones de tipo legal o sencillamente eso, imposiciones que poco o nada tienen que ver con la necesidad que tiene el ser humano de hacer lo bueno sencillamente porque le nace hacerlo. Lo anterior cobra validez a partir de las experiencias que he recogido en mi corta vida profesional (primero en la implementación del proyectode grado y segundo con los casi 3 años de experiencia que llevo en el aula como docente de Ciencias Sociales), por la cual he podido identificar casos que dan sustento a tan importante aseveración, el observar las actitudes, el grado de compromiso de algunos docentes hacia su profesión bien puede poner en tela de juicio el compromiso social y político que ser profesor en la actualidad acarrea,es por ello que gran parte de esta reflexión girará en torno a la educación como un servicio, más no como derecho, puesto que es gracias al primer caso donde se genera un abismo entre el deber ser y la situación actual que se vive en el aula.

Si bien, en la formación de pregrado nos inculcan que el ser profesional en este campo va más allá de tomar un texto y preparar clase, en el contextodonde ejercemos la situación suele ser muy distante dándole un carácter simplista y, ¿Por qué no?, ajeno a lo que nos presentan desde la academia (sin ánimo de generalizar). Salvo algunas excepciones la enseñanza como profesión se presenta como una carrera estéril, sin mayores compromisos sociales que ir a un aula de clase y trabajar a partir de los textos de la editorial de turno (práctica que noha perdido vigencia en parte de los colegios), presentando temas distantes a las problemáticas propias del contexto donde las y los estudiantes viven.

Ahora bien, considero pertinente realizar una mirada a la situación de la educación, puesto que tradicionalmente se la ha concebido como la transmisión y apropiación de los procesos culturales y sociales de una determinada sociedad a través deltiempo y de generación en generación, a su vez ésta debe responder a las necesidades y problemáticas especificas y particulares donde se inserta. Sin embargo, dichos planteamientos han venido perdiendo vigencia en cuanto que la mayoría de las políticas educativas no corresponden a contextos específicos ni a la realidad, en cuanto que, todas ellas han sido emanadas de los grandes centros...