Docente Como Persona

El docente como persona.
Los docentes son más que un mero cumulo de saber, habilidad y técnica. Hay más cosas para desarrollar como maestro que aprender nuevas habilidades y conductas. Los docentes también son personas. No se puede comprender al docente ni a su quehacer sin entender lo que él es como persona. No se puede cambiar al docente de una manera radical sin modificar a la persona que es.Esto quiere decir que un cambio significativo o duradero inevitablemente será lento. Los docentes llegan a ser lo que son no solo por hábito, la docencia está ligada con su vida, su biografía, con el tipo de persona que cada uno ha llegado a ser.
Hay muchos factores en la formación de un maestro: los períodos en los cuales los docentes se educan e ingresan a la profesión y los sistemas devalores y las tendencias educativas dominantes que coinciden con esos períodos. También importan la etapa de la vida y de la carrera en la que se encuentra el docente, y el efecto que esto tiene sobre su confianza en su propia capacidad educativa, su sentido de realismo y sus actitudes hacia el cambio. El sexo del maestro es otro factor, la manera de enseñar y trabajar de los hombres y las mujeres engeneral se suele ligar con estilos de vida e intereses muy diferentes.
Esta visión del docente como persona trae decisiones decisivas para nuestra concepción del cambio, del desarrollo profesional y de las relaciones laborales entre el docente y sus colegas.
En la enseñanza como en la vida estamos más dispuestos a juzgar a aquellos que fracasan que a aquéllos que triunfan. Cuando los maestros sonnuevos en la profesión, la incompetencia se puede perdonar o al menos tolerar, mientras que los maestros experimentados no gozan de la misma indulgencia. Cuando la incompetencia es persistente en lugar de temporaria, rara vez se perdona. No se puede hacer mucho con estos maestros, especialmente con los veteranos.
Cuando un maestro, cuya competencia y compromiso se pone en duda entre sus colegas,generalmente se lo descalifica, esto, no invita a la acción ni sugiere soluciones. Se presume que el defecto esta en el maestro, profundamente arraigado en su personalidad. Pero seguramente, al comienzo de sus carreras, estos docentes veteranos eran perspicaces e idealistas como son hoy muchos de sus colegas más jóvenes. Lo que aquí sucede, es que nadie se pregunta qué sucedió y porqué cambiaron.Algunos de los motivos de las transformaciones se relacionan con el envejecimiento. Según Sikes, el proceso de envejecimiento en el ‘ciclo de vida del docente’ es instructivo. Una de las fases de este ciclo ocurre entre los cuarenta y cincuenta o cincuenta y cinco años. Durante esta fase llega a ser evidente si el esfuerzo de consolidar una carrera profesional, una familia y una identidad hasido exitoso o no ; y suele incluir una reevaluación, donde el individuo se plantea que ha hecho de su vida. Aquí puede nacer la desilusión y también, hacia los últimos años, una repentina declinación de la capacidad física, que pone a prueba el estado de ánimo y el entusiasmo.
La desilusión y la decepción suelen acompañar el proceso de envejecimiento. Pero no hay nada inevitable o natural en esto.En gran parte depende de las experiencias concretas que el docente haya tenido, de cómo lo hayan tratado sus escuelas. Los desilusionados son en parte producto de su propia condición mortal. Pero también lo son de la administración de sus escuelas, que es responsable de la calidad de las experiencias y del trato que esos maestros reciben durante años. Los docentes que son descalificados son elproducto de un medio infértil, desnutrido. En este sentido, las escuelas acaban teniendo el personal docente que merecen.
Huberman ha hecho investigaciones que muestran reveladoramente el problema particular de los ciclos de la carrera de los docentes. Descubrió que la mayoría de los docentes en sus etapas media y final de la carrera difícilmente tomaban la innovación con entusiasmo, y era...