DOCENTE
José MartíRoberto Fontanarrosa
Lo que ocurre es que a mi se meocurrió hablar de las malas palabras. No sé qué tiene que ver con lo de la internacionalización del español que, aparte, ahora que pienso, ese título lo habrán puesto para decir que una persona que logra decir correctamente in-ter-na-cio-na-li-za-ción es capaz de ponerse en un escenario y hablar algo —porque es como un test que han hecho—.
Algo tendrá que ver el tema, éste, el de la malas palabras,por ejemplo, con éste, como el que decía el amigo Escribano (José Claudio Escribano), se nota que es tan polémica esta mesa que es la única a la que le han asignado «escribano» para que se controle todo lo que se dice en ella.
Creo que es un aporte real en cuanto al intercambio, me ha tocado vivir cuando he tenido que acompañar a la selección argentina a partidos (de fútbol) en Latinoamérica. Elintercambio que hay en esos casos de este lenguaje es de una riqueza notable; es más, en Paraguay nos decían «come gatos» que es, estrictamente para los rosarinos, «un rosarinismo».
Un Congreso de la Lengua, es más que todo, para plantearse preguntas. Yo como casi siempre hablo desde el desconocimiento, me pregunto por qué son malas las malas palabras, quién las define como tal. ¿Quién y porqué?, ¿quién dice qué tienen las malas palabras?, ¿o es que acaso les pegan las malas palabras a las buenas?, ¿son malas porque son de mala calidad?, o sea que ¿cuando uno las pronuncia se deterioran y se dejan de usar ? o ¿cuando uno las utiliza, tienen actitudes reñidas con la moral?
Obviamente, pero no sé quién las define como malas palabras, tal vez sean como esos villanos de viejaspelículas como las que nosotros veíamos, que en un principio eran buenos, pero que al final la sociedad los hizo malos.
Tal vez nosotros al marginarlas, las hemos derivado en palabras malas. Cuando yo decía: que tal vez serán de mala calidad, arriesgando una teoría, francamente disparatada, no parecería ser éste el caso porque a muchas ellas cada vez se las escucha más saludables y más fuertes, al puntoque en algunas época y creo que se las siguen denominando: “palabrotas”, con un aumentativo, al menos en la Argentina, lo cual no deja de ser un reconocimiento.. A mi me hacen recordar, por ejemplo, a las “carotas”, recuerdo esas películas Fellini, donde casi todos los personajes, incluso los personajes laterales, los que están tienen “carotas” lo que significaba una búsqueda indudable delDirector para la expresividad. Y eso es lo que reflejan estas palabras: una expresividad y una fuerza que difícilmente las haga intrascendente. (Atento al escueto tiempo que tengo he escrito algo, tengo una ayuda memoria que no me alcanzó para acordarme de traer los lentes…Y no es que yo haga una defensa personal y quijotesca de las malas palabras, algunas me gustan y otras no me gustan..Igualque las palabras de uso natural .. Yo me acuerdo que en mi casa, mi señora madre, “mi vieja”, no... no decía mucha malas palabras, era bastante correcta, digamos. Mi viejo, en cambio, en ese aspecto era lo que llama “un mal hablado”, en realidad mi viejo se expresaba muy bien pero como era un tipo que venía del deporte y del básquet, cuando tenía que jugar en esos barrios terribles, usaba...
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