docente
Todaslas personas hemos jugado alguna vez y apostado a ganar, incluso nos hemos enojado o molestado mucho cuando perdemos, pero algunas realmente han convertido el juego de apuesta en una obsesión tangrande que los lleva a perder propiedades, dinero en cantidades extremas y con ello su salud y tranquilidad personal, familiar y laboral y no en pocos casos la libertad por cometer algún delito y hastala vida por medio del suicidio.
Es por ello que a principios de 1980 la Asociación Psiquiátrica Americana calificó al “juego patológico por dinero” como un “desorden en el control de los impulsos”.Esta es una enfermedad mental crónica que afecta no solamente a quienes la padecen, sino a todos los que tienen una relación importante con la persona que la desarrolla. Aunque predomina en loshombres, los últimos años el incremento de apostadoras mujeres se ha incrementado mucho, llegando a dejar el hogar y a los hijos con tal de estar jugando.
Quizá todos conocemos a alguien que padece de estaenfermedad, pero lejos de entender que se trata de un problema de salud que puede tener solución, se maneja como una obsesión pasajera y no como enfermedad, lo que va deteriorando mucho la calidad devida de la persona.
La vida de estas personas se centra en una mesa de juegos o escenarios de apuesta y solamente están contentos cuando están frente a ellas y lo que diferencia a los jugadores queapuestan de los que desarrollan esta enfermedad, es que en todo juego de azar quieren obtener a toda costa una ganancia económica.
Muchos son los juegos y deportes que reúnen a estas personas:carreras de caballos, de perros, Jai ALAI, mesas de juego o tragamonedas en casinos, bingo, lotería y hasta la bolsa de valores.
Pero ¿Cuál es la diferencia entre el apostador casual y el apostador...
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