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los simios a la hora del te
El hombre estd programado de forma tan innata para la cul
tura que la necesita para ser completo. La cultura no es algo que
sustituya al ins tin to, sino s.,u extens.ion y complemento.
MARY MIDGLEY, 1979 .
.ParaJo Mendi, un trabajador de fornidas pierna,s y largos brazos, fu-.
mador de puros y bebedor de brandy, era habitual que su nombre destacara en la cartelera sobre el del c6mico Bob Hope, con quien en cierta
epoca comparti6 protagonismo. Durante los alios treinta tuvo a la.indus
tria del espectaculo de Detroit bajo sus pies. Apareda cada dla con sus
pantalones de peto junto al director del zoo, que llevaba una vara para'vi
gilar atentamente a su peludo compaliero (mucho mas fuerte que un
hombre adulto) y evitar que molestaraa desprevenidos espectadores. La
. fama de J 0 Mendi lleg6 a tal extremo que este chimpance consigui6 atraer
al doble de publico que el que salud6 al candidato presidencial en suvi
sita ala ciudad, un hecho que los opositores de Franklin Delano Roosevelt
no dudaron en recalcar ante la naci6n. 1
Otro chimpance amaestrado llamado Petermann, que actuaha en el'
zoo de Colonia durante los aliosochenta, tuvo menos suerte. AI igual que
Jo Mendi, tenia numerosos seguidores y no era recomendable bromear
con el cuando no estaba actuando. Su relaci6n con el director del zoo, sin
embargo, no era tan amistosa como la de Joy, cuando un dia Ie atac6,'la
polida Ie abati6 de un disparo. Este desafio a la autoridad lleg6 a con
vertirle con el tiempo en un martir del movimiento anarquistaaleman.
1. Austin (1974).
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EL SIMIO Y EL APRENDIZ DE SUSHI
personal al hecho de que 1
somos distintos a otros ani]
zamos cubiertos para come
divierte ver a los simios int(
no deberfan hacer, y meno
no ponga en peligro. el ego
plican Ramona y Desmond
A finales de los anos ,
biciones regularmente. Cl
po dejoveneschimpancei
co visitante, Se les adiest
tazas y una tetera. Para eltareas triviales suponfa u
el peligro de que sus mod
dos. As!, como forma de
«portarse mal». Se super
a la perfeccion el momen
la tetera y bebian a motre
daba la vuelta. 2
J 0 Mendi en los arios treinta, demostrando sus modales en la mesa al director del
zOQ,John Millen, (Cortesfa de la Sociedad Zoo16gica de Detroit.)
)ncluso hoy en dia, los productores de Hollywood noresisten 1aten
tacion de inc1uir un orangutan 0 un chimpance cuando el guion exige
una escena graciosa y no pueden conseguir nada mejor..Existe un .canal
de television (El canal del chimpance) dedicado exclusivamente a exhibir
simios disfrazados que han side amaestrados para mover la boca frened
camente, mientras se activa una pista de audio conlenguaje humano,
dando la impresion de que hablan.
Losbanquetes que se dab an los chimpances que se sentabanalrede
dor de una mesa en los zoologicos y casas de fieras del siglo XIX eran al
go habitual; los chimpances artist as durante e1 siglo xx y sus equivalen
tes contemponineos de la te1e son todas iinagenes de animales haciendo
10 imposible por parecerse a nosotros, aunque fracasen miserablemente
en su empefio. Nos recreamos ante talesactuaciones porque nuestra cul
tura y la religion predominante atribuyen la dignidad humana y el v~lor
.
.
c
La interpretacion optirr
que unos simios ridiculice:
particular e1 refinamiento (
to autodesprecio. Pero un
que un os ani males se burle
mas en ridiculo se pongan
que pudieramos albergar so'
a los simios para esta tarea t
na necesita confirmadon sol
Para poner las.cosas en
estaviendo un programa (
mangueras atadas a la nari
pararecoger unamoneda a
te que participa en e1 progr
pa», se caen encima de ella
dad para comportarse corr
programa especialmente gl
2. Morris y Morris (1966), pag.
DE SUSHI
,dales en la mesa al director del
:a de Detroit.)
ollywood no resisten la ten
mce cuando el guion exige
nada mejor. Existe un canal
do exclusivamente a...
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