Documento de aparecida

Documento conclusivo de aparecida
-Mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad
Una primera constatación que es ineludible hacer es que el Documento de Aparecida, es sobre todo a partir del Documento de participación y la moderna metodología de participación que se había implementado. Indudablemente, la estructura, el tono, el lenguaje, los elementos entre uno y otro documento sondistintos. El documento preparatorio nos resultó chocante por su descontextualización, por señalarnos unos temas más afines a una sensibilidad del Primer Mundo que a América Latina. Al comenzar con contenidos como El anhelo de felicidad, de fraternidad de verdad y de paz, el Documento Preparatorio parecía dirigirse más a unos estudiantes de filosofía en una universidad europea que a las comunidadescristianas de América Latina, insertas en la problemática por temas vitales como el agua potable, la vivienda, la salud, la educación.
El Documento que ahora analizamos es distinto en su tono, o por lo menos, se encuentra en él una variedad de tonos que lo hace distinto a aquél. El Documento final que ahora tenemos en manos está ciertamente más aterrizado que aquél, su interlocutor es la realidadsocial y eclesial de América Latina. Por ello, muchos de sus temas resultan relevantes a la sociedad en América Latina.
Una segunda apreciación sobre el Documento de Aparecida es que a una mirada global éste se nos presenta como un mosaico de distintas posiciones y tendencias. Hay párrafos que expresan la posición de sectores eclesiales más bien conservadores, preocupados por los clásicos temasen los que la Iglesia jerárquica no está dispuesta a ceder su visión tutelar de la familia y los temas relacionados con ella posiciones con cierto tinte triunfalista respecto al pasado de la Iglesia y su rol en la conformación de la sociedad latinoamericana, visión idealista de la religiosidad popular, como un espacio que le permite a la Iglesia seguir teniendo hegemonía en la sociedadlatinoamericana con mayoría de católicos. Estos y otros elementos más, que podríamos clasificar dentro de los temas y posiciones afines a sectores conservadores de la Iglesia están presentes en el documento.
Pero hay párrafos también que visibilizan los temas y tonos de sectores eclesiales más cercanos a la problemática social y popular: valientes y precisas denuncias a las instituciones financieras y alas empresas transnacionales, a las industrias extractivas internacionales y la agroindustria que se fortalecen subordinando a las economías de los países, con las consecuencias negativas para los sectores vulnerables. Este mismo tinte tiene su posición clara respecto a los Tratados de Libre Comercio, que no siempre benefician a los países más pobres y sobre los mecanismos del sistema financieroy las libertades concedidas a las inversiones financieras favorecen al capital especulativo. Encontramos también expresiones muy bien aterrizadas en la problemática de fondo de las sociedades latinoamericanas, que reivindican el derecho de las grandes mayorías a los bienes y servicios más básicos y esenciales para vivir como personas
Esta disfunción básica se ve claramente en  la interpretaciónhistórica que hace el Documento respecto de la Evangelización-Colonización, una de las matrices histórico-estructurales que configuran nuestras sociedades latinoamericanas y que marcan los contenidos de los objetivos y la razón de ser misma de la Iglesia en América Latina. El Documento, si bien trata de ser ecuánime y honesto con las luces y sombras de la evangelización, no sale de este esquemamoralizante, inadecuado para comprenderlo como un proceso dinámico y estructural (que implica al mismo sujeto cognoscente actual y no sólo un objeto estático y desarticulado.
Al referirse autocríticamente a la primera Evangelización y a la colonización de América Latina, el Documento habla de un  dramático y desigual desencuentro de culturas. Pero el desigual desencuentro no sólo fue de culturas,...