Documento Rese A De Hitler
Adolf Hitler
INTRODUCCIÓN
“MI LUCHA” (“Mein Kampf”), de Adolf Hitler, es un libro de palpitante actualidad
y sin duda una de las obras de política más sensacionales que se conoce en la
posguerra. Circula por el mundo traducido a ocho idiomas diferentes y hace
tiempo que la edición alemana ha alcanzado una cifra de millones. Si hasta antes del 30 de enero de 1933, fecha en que Hitler asumió el gobierno del Reich, se
consideraba a “Mein Kampf” como el catecismo del movimiento
nacionalsocialista, en la larga lucha que éste sostuviera para llegar a imponerse,
ahora que Alemania está saturada de la ideología hitleriana, bien se podría
afirmar que “Mein Kampf” constituye la carta magna por excelencia de este poderoso Estado que, en el corazón de Europa, rige hoy el conjunto armónico de
la vida de un gran pueblo de 67 millones de habitantes. El carácter de
autobiografía que tiene la obra, aumenta su interés, perfilando, a través de
hechos realmente vividos, la recia personalidad del hombre a quien sus
conciudadanos han consagrado con el nombre único de FÜHRER. En las páginas
de “Mi Lucha”, el lector encontrará enunciados todos los problemas fundamentales que afectan a la Nación Alemana y cuya solución viene abordando
sistemáticamente el gobierno nacionalsocialista. Quien juzgue sin ofuscamientos
doctrinarios la obra renovadora del Tercer Reich, habrá de convenir en que Hitler
fue dueño de la verdad de su causa al impulsar un vigoroso movimiento de
exaltación nacional llamado a aniquilar el marxismo que estaba devorando el alma popular de Alemania. El nacionalsocialismo llegó al gobierno por medios
legales, fiel a la norma que Hitler proclamara desde la oposición: “El camino del
Poder nos lo señala la ley”. Bien ganado tiene por eso el galardón de haber
batido en trece años de lucha a sus adversarios políticos en el campo de las lides
democráticas.
El problema del Sarre acaba de ser solucionado pacíficamente con la incorporación de este territorio a la soberanía alemana, y el Führer del Reich,
volviendo a sus declaraciones de 1933, ha expresado, en su discurso del 1º de
marzo de 1935 en Sarrebruck, estas memorables palabras: “El día de hoy, en que
el Sarre vuelve a Alemania, no es un día de felicidad sólo para nosotros; creo que
lo es también para toda Europa. Confiamos que con este hecho mejorarán definitivamente las relaciones entre Alemania y Francia. Tiene que ser posible
que dos grandes pueblos se den la mano para afrontar en común esfuerzo las
calamidades que amenazan aplastar a Europa”.
PRÓLOGO DEL AUTOR
En cumplimiento del fallo dictado por el Tribunal Popular de Munich el 1º de abril
de 1924, debía comenzar aquel día mi reclusión en el presidio de Landsberg, sobre el Lech. Así se me presentaba por primera vez, después de muchos años
de ininterrumpida labor la oportunidad de iniciar una obra reclamada por muchos
y que yo mismo consideraba útil a la causa nacionalsocialista. En consecuencia,
me había decidido a exponer, no sólo los fines de nuestro movimiento, sino a
delinear también un cuadro de su desarrollo, del cual será posible aprender más que de cualquier otro estudio puramente doctrinario. He querido asimismo dar a
estas páginas un relato de mi propia evolución en la medida necesaria a la mejor
comprensión del libro y también destruir al mismo tiempo las tendenciosas
leyendas sobre mi persona propagadas por la prensa judía. Al escribir esta obra
no me dirijo a los extraños, sino a aquellos que adheridos de corazón al movimiento, ansían penetrar más hondamente la ideología nacionalsocialista.
Bien sé que la viva voz gana más fácilmente las voluntades que la palabra escrita
y que asimismo el progreso de todo movimiento trascendental debió ser
generalmente en el mundo más a grandes oradores que a grandes escritores. Sin
embargo, es indispensable que de una vez para siempre quede expuesta, en su ...
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