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Te odié como nuncapensé que iba a odiar, porque no sé odiar... La sensación de ser tu trapo, de ser solo tu abrigo en noches de bajas temperaturas o ser un helado para calmar tu calor corporal, nunca me dejaba del todocontenta. Pero aun así seguía, porque te tenía y sé lo difícil que es conservar a las personas como tú. Siempre quieren más y más... No les alcanza con lo que tienen, solo cuando lo pierden. Pero aunasí no podía arriesgarme a eso; sé muy bien que no fui el tesoro perfecto, que yo era más feliz que tú en esos momentos, que era yo la que simplemente se emocionaba cada vez que le hablabas; por esomismo no podía plantear cargos porque acuse lo que acuse iba a terminar perdiendo o ganando tu ausencia. Lo sé, tengo el titulo de la imbécil pegado en la pared, esa que a veces me escucha susurrar porlas noches tu nombre.
Sóla llegué, pero con un par de sueños. Tal vez estaba hambriento, muy desesperado de eso que todo el mundo añora todas las mañanas, que hoy (como tantas veces) no lo voy...
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