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En su discurso a las autoridades de San Marino
SAN MARINO, domingo 19 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI destacó la importancia de reconocer la familia como sujeto principal para hacer madurar personas libres y responsables, en el contexto actual en el que esta institución se pone en tela de juicio.
Lo hizo enel discurso que pronunció esta tarde en el Palacio Público de San Marino, durante el encuentro que mantuvo con los miembros del Gobierno, del Congreso y del cuerpo diplomático acreditado ante la República de San Marino.
“La Iglesia, respetuosa de la legítima autonomía de la que el poder civil debe gozar, colabora con él, al servicio del hombre, en la defensa de sus derechos fundamentales, deaquellas instancias éticas que están inscritas en su misma naturaleza”, dijo a las autoridades civiles.
“Por eso la Iglesia se compromete para que las legislaciones civiles promuevan y tutelen siempre la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural -continuó-. Además, pide para la familia el debido reconocimiento y un apoyo efectivo”.
Fue en este punto, cuando el Pontífice declaró: “Sabemosbien, de hecho, que en el contexto actual la institución familiar se pone en tela de juicio, casi en un intento de ignorar su irrenunciable valor”.
Y a continuación denunció que “los que sufren las consecuencias son los grupos sociales mas débiles, especialmente las jóvenes generaciones, mas vulnerables y por eso mas fácilmente expuestas a la desorientación, a situaciones de automarginación y ala esclavitud de las dependencias”.
En este sentido, constató que “algunas veces las realidades educativas se afanan en dar a los jóvenes respuestas adecuadas y, disminuyendo el apoyo familiar, a menudo se ven obstaculizados para una normal inserción en el tejido social”.
Y señaló que “también por esto es importante reconocer que la familia, así como Dios la ha constituido, es el principalsujeto que puede favorecer un crecimiento armonioso y hacer madurar personas libres y responsables, formadas en valores profundos y perennes”.
Crisis económica
En su discurso a las autoridades del pequeño Estado, Benedicto XVI destacó que “también en la República de San Marino, la situación actual de crisis impulsa a volver a proyectar el camino y se vuelve ocasión de discernimiento”.
Esa situación,añadió, “pone a todo el tejido social ante la impelente exigencia de afrontar los problemas con valentía y sentido de responsabilidad, con generosidad y dedicación, haciendo referencia a aquel amor a la libertad que distingue a vuestro pueblo”.
Por el contrario, en fases de relativa abundancia, señaló el Papa, “a menudo se verifica una cierta pérdida del sentido cristiano de la vida y de losvalores fundamentales”.
Sobre la sociedad de San Marino, el Obispo de Roma subrayó que “manifiesta todavía una buena vitalidad y conserva sus mejores energías”, como lo muestran múltiples iniciativas caritativas y de voluntariado y los numerosos misioneros sanmarinenses que evangelizan en otros países.
En concreto, el Papa expresó su esperanza en “que la cuestión de los trabajadores fronterizos,que ven en peligro la propia ocupación, se pueda resolver teniendo en cuenta el derecho al trabajo y la tutela de las familias”.
Amistad
El Pontífice destacó que su presencia en San Marino “expresa y confirma” la amistad que la República ha mantenido desde su nacimiento con la Santa Sede y se ha ido “intensificando y consolidando” en los últimos años.
“Los sanmarinenses habéis permanecido siemprefieles a los valores de la fe cristiana, anclando sólidamente a ellos la propia convivencia pacifica, según criterios de democracia y de solidaridad”, apreció.
“Me alegro por el apego a este patrimonio de valores, y os exhorto a conservarlo y a valorarlo, porque se encuentra en la base de vuestra identidad mas profunda”, continuó.
Y afirmó que gracias a esa identidad “se puede construir una...
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