Dodo Wachi

Está probado que las mujeres pueden hacer cualquier trabajo considerado de propiedad exclusiva de los hombres. Las mujeres reciben 57 por ciento de los grados universitarios y ocupan cada día máscargos como gerentes y administradoras. Más y más mujeres en el mundo tienen hijos sin casarse y son el principal sostén del hogar. El cambio en el balance entre géneros no puede ignorarse, aunquetodavía a muchos hombres la mera mención del tema les dé escalofríos.
En asuntos polémicos, los extremismos son inevitables. Publicitadas publicaciones recientes predicen el fin del género masculino, comolo conocemos hasta ahora. Otras se refieren a los hombres como una especie en vías de extinción. Un analista del programa ABC News publicó un libro muy comentado: Hombre terminado. Prueba irrefutablede que las mujeres son mejores policías, choferes, jugadoras, espías, líderes del mundo, catadoras de cerveza, gerentes de fondos de inversión, y simplemente todo lo demás. El título es tan largo queno hace falta comentarlo. La columnista Hanna Rosin escribió otro libro, titulado El fin de los hombres, donde demuestra con toda clase de estadísticas la ganancia de poder por parte de las mujeres entodos los sectores.
En su libro The Richer Sex (la traducción a español, El sexo más rico, no corresponde exactamente a la intención de la autora), Liza Mundy describe la realidad de tantos hogaresen el mundo donde la mujer gana más y en muchos casos es la única que sostiene económicamente a la familia, mientras el hombre se queda en casa y cuida a los hijos. El subtítulo del libro es: Cómo lanueva mayoría de mujeres sostén de hogar está transformando sexo, amor y familia. El ascenso económico de las mujeres afecta hasta las costumbres mas tradicionales. Con mayor educación y más dinero,las mujeres tienen menos posibilidades de encontrar hombres considerados 'buenos partidos'. Los roles se truecan. Más mujeres se casan con hombres que son menos que ellas y más hombres aspiran a...