Don carlo
DON CARLO
1. ¿Cree usted que la contemporalización de la ópera “Don Carlo” de Verdi le ha brindado público mayores elementos teatrales fácilmente descifrables para la sociedad de hoy?
Voy a plantear la cuestión basándome en dos planteamientos, el primero universal, en el cual analizo la situación actual de la puesta en escena de los espectáculos operísticos, así como otroparticular, centrándome en aquellas opiniones recogidas sobre el trabajo de Peter Konwitschny en “Don Carlo”, como conclusión me atreveré exponer mi juicio personal que aunque perteneciente a un oyente rutinario y poco exquisito, entiendo que también merece su pequeña cuota de respeto.
Desde el nacimiento de la ópera en el periodo barroco, se han sucedido diversos protagonistas, desde elautor, pasando por la época del divismo basado en la voz, hasta el director (1)
Actualmente las representaciones operísticas están viviendo un momento convulso provocado por la importancia adquirida por el director de escena, el cual se ha convertido en la auténtica estrella del espectáculo y sobre el que gira gran parte de la crítica y el análisis, este hecho obedece posiblemente aldenominado movimiento “RegieTheather” (2), un movimiento teatral en el cual el director de escena interpreta según sus propias ideas la obra de otro autor, lo contrario sería el llamado “Autorenregie”, es decir, un planteamiento que propugna dar total vigencia al propio autor o a sus indicaciones a la hora de escenificar una de sus obras. Sin embargo, algo que es usual en el cine o el teatro donde elautor original suele tener la facultad de exigir fidelidad a la hora de representar su obra, es más complejo en la ópera debido a que las temporadas de todos los teatros del mundo se componen de reposiciones de textos antiguos cuyos autores no están ya en disposición de reclamar nada, por ello, se habla hoy en día más de “Werktreue” , según la cual el director de escena interpreta el textooperístico tratando de ser a al mismo.
La calificada como inusual, sobria ó polémica puesta en escena del director Peter Konwitschny no deja indiferente a nadie, la que en principio era simplemente la versión francesa en 5 actos del “Don Carlo” de Verdi, se convirtió rápidamente gracias a su original propuesta en foco de numerosas controversias, las principales innovaciones se producen por lasustitución del ballet por una especie de show humorístico (sueño de la princesa de Éboli), el auto de fé convertido en espectáculo televisivo, así como unos decorados inexistentes que según Konwitschny intensificaban la atención a los intérpretes,
Estas novedades no sólo no facilitaron al espectador el entender la naturaleza de la obra, sino que dividieron totalmente al público como rezan lossiguientes recortes:
El auto de fe fue el otro gran terremoto escénico, transformándolo en un programa de «prime time». ¿Cómo retransmitir en directo, por televisión, una quema de herejes? Konwitschny presenta su propuesta, abucheada por medio teatro. (PABLO MELÉNDEZ-HADDAD – ABC)
Lo del auto de fe, en cambio, no es ninguna broma. Konwitschny dinamita las convenciones de la grand òpera convirtiendola escena en un estremecedor reality show transmitido en directo por televisión y presentado con desparpajo por la actriz Lloll Bertran. Montado con inequívoco afán de provocar, alcanza su más sensacional impacto al convertir al público en una colosal masa de figurantes que se mezclan con los personajes (JAVIER PÉREZ SENZ – EL PAIS)
Como asistimos el sábado en el Liceo a una parodia de laópera, espero no se altere nadie si a continuación les ofrezco una crítica paródica. Ahí va.
Furibunda división de opiniones del público al final del cuadro. Como jamás he presenciado.
Algunos espectadores acudieron armados con pitos, pero no pudieron oírse. Tal fue el volumen de abucheos, gritos e incluso insultos. Unos pocos aplaudieron a rabiar, otros muchos abuchearon con todas sus fuerzas....
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