DON QUIJOTE DE LA MANCHA

CAPÍTULO 22:
Siguieron su camino y se encontraron doce presos escoltados por guardias. Don Quijote pensó que eran obligados a ir a servir al rey.
Entonces, Don Quijote viendo que era su obligación liberarlos, fue a su encuentro y les preguntó la causa de su encarcelamiento.
Los presos le contaron las causas de su encarcelamiento, pero no le dijeron la verdad, sino que adornaban y disfrazaban susdelitos para parecer inocentes.
Uno de los galeotes está más encadenado que los demás con una cadena al pie y dos argollas al cuello asidas a cadenas. El guarda le explica a don Quijote que ha cometido más delitos y que es más atrevido que los demás. Es el famoso Ginés de Pasamonte, al que también se le conoce como Ginesillo de Parapilla. Le dice a don Quijote que ha escrito su historia en unlibro que se llama La vida de Ginés de Pasamonte.
En esto, el comisario alza la vara para golpear a Ginés, pero don Quijote lo defiende y dice que es castigo suficiente estar encadenado así, y luego les pide a los señores guardianes y al comisario que dejen libres a estos hombres
Asombrado, el comisario le dice que de ninguna manera puede dejarlos libres En respuesta, don Quijote arremete contra él yel comisario no tiene tiempo de defenderse por lo que cae al suelo herido por la lanza. Los otros guardas arremeten contra don Quijote, pero mientras tanto los galeotes logran desencadenarse. Ginés le quita la espada y la escopeta al comisario y los guardas huyen.
Luego, don Quijote les pide a los galeotes que, como signo de gratitud, vayan a la ciudad del Toboso para presentarse ante Dulcinea departe de su caballero y que le cuenten cada detalle de lo sucedido. Ginés le responde que no pueden porque tienen que dividirse para no ser encontrados por la Santa Hermandad. Don Quijote se enfada y los galeotes comienzan a tirarles piedras a él y a Sancho. Don Quijote se cae de Rocinante, y uno de los galeotes le quita la bacía de la cabeza y la usa para golpearlo hasta que ésta se rompe. Losgaleotes le quitan además varios artículos de ropa, dejando a Sancho casi desnudo y se escapan con los despojos de la batalla.

CAPÍTULO 37:
Si bien las dos parejas están felices por haberse encontrado, Sancho no puede contener su tristeza tras descubrir que Dorotea no es la princesa Micomicona, lo cual significa que no va a recibir esa recompensa tan soñada.
Sancho le informa a don Quijote que nomató a un gigante como él sigue creyendo, sino que acuchilló un cuero de vino tinto, y que la princesa no es más que una dama común, pero no logra convencer a su amo.
Don Quijote sale de su habitación vestido con todas sus armas y le dice a Dorotea que cree que su padre le ha transformado en una doncella común para protegerla porque aparentemente no confiaba en la capacidad de don Quijote de mataral gigante. En vez de insistir en la historia verdadera, Dorotea le sigue el cuento y le asegura que aún es la princesa Micomicona para engañarlo y así ayudar al cura a llevarlo a casa. Tras escuchar esto, don Quijote lo regaña a Sancho y le llama un "bellacuelo" y "ladrón vagamundo".
La conversación se detiene cuando entran a la venta un hombre con vestimenta morisca azul, el color decautiverio, y una mujer mora que no habla castellano. Como no hay habitaciones disponibles en la venta, Luscinda y Dorotea ofrecen compartir la suya con ella. Cuando Dorotea le pregunta al cautivo cristiano que le acompaña si es mora o cristiana.
Al quitar el embozo, descubren que es mujer muy hermosa y el cautivo les dice que es de Argel y que se llama Zoraida, pero la mora, al escucharlo pronunciar sunombre, le corrige en seguida y les dice que su nombre es María.
Todos se sientan a cenar y don Quijote comienza a darles un discurso sobre las letras y las armas, y sostiene que las armas, como las letras, requieren espíritu, pero que aquellas son superiores a estas últimas.

CAPÍTULO 46:
A pesar del orden de aprehensión contra don Quijote por haber liberado a los galeotes, el cura convence a los...