Don quijote
Dijo don Quijote a don Antonio que el parecer que habían tomado en lalibertad de don Gregorio no era bueno, porque tenía más de peligroso que de conveniente, y que sería mejor que le pusiesen a él en Berbería con sus armas y caballo, que él le sacaría a pesar de toda lamorisma, como había hecho don Gaiferos a su esposa Melisendra2.
—Advierta vuesa merced —dijo Sancho, oyendo esto— que el señor don Gaiferos sacó a su esposa de tierra firme y la llevó a Francia portierra firme; pero aquí, si acaso sacamos a don Gregorio, no tenemos por dónde traerle a España, pues está la mar en medio3.
—Para todo hay remedio, si no es para la muerte4 —respondió don Quijote—,pues llegando el barcoII a la marina, nos podremos embarcar en él, aunque todo el mundo lo impida.
—Muy bien lo pinta y facilita vuestra merced —dijo Sancho—, pero del dicho al hecho hay gran trecho,y yo me atengo al renegado, que me parece muy hombre de bien y de muy buenas entrañas.
Don Antonio dijo que si el renegado no saliese bien del caso, se tomaría el espediente5 de que el gran donQuijote pasase en Berbería.
De allí a dos días partió el renegado en un ligero barco de seis remos por banda, armado de valentísima chusma, y de allí a otros dos se partieron las galeras a Levante,habiendo pedido el general al visorrey fuese servido de avisarle de lo que sucediese en la libertad de don Gregorio y en el caso de Ana Félix; quedó el visorreyIII de hacerlo así como se lo pedía.
Yuna mañana, saliendo don Quijote a pasearse por la playa armado de todas sus armas, porque, como muchas veces decía, ellas eran sus arreos, y su descanso el pelear6, y no se hallaba sin ellas un...
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