DON QUIJOTE...


DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra

De acuerdo con el texto, y los planteamientos del autor a lo largo de toda la obra, esta es una obra literaria que nunca muestra una personalidad definida del protagonista, pues el autor nunca lo define y al parecer esa fue su intención durante toda la obra.

Según el texto, en principio se muestra a don Quijote en escenasde gran humor, “… Cayó Rocinante, y fue rodando su amo buena pieza por el campo; y queriéndose levantar, jamás pudo: tal embarazo le causaba la lanza, adarga, espuelas y celada, con el peso de …”

La otra cara de don Quijote es la tristeza, luchando por sus ideales lo atropella la tristeza, lo desilusiona una y otra vez el amor, y para rematar la triste vida de don Quijote, su “fiel” escudero leacompaña jugándole siempre con su propia moneda, pues en el Cap.10 II, vol.II, pág.76, le muestra tres aldeanas rústicas que le quiere hacer ver como “Tres damas tan resplandecientes como el sol de mediodía”.

Su mundo real está idealizado por el amor, pero para que triunfe el amor debe mostrar su valor de caballero y luchar por la justicia en un mundo cruel con los nobles sentimientos, unmundo donde los más bellos sentimientos son desprestigiados.

Don Quijote es una novela de contrastes, sobretodo de locuras de su noble protagonista, quien se considera “enderezador de entuertos, retador de gigantes, un eterno retador de encantamientos, de fantasmas de amor y fantasmas de guerra”; es un hombre que se estremece él y hace estremecer al lector de sus locas y apasionadas aventuras consus contrastes entre el un ardiente y fogoso amor y su ira ante las injusticias del mundo, un mundo indolente e insensible que no hace más que juzgarle por sus comportamientos.

De otro lado, está Sancho Panza, el noble escudero, un personaje totalmente contrario al protagonista, un cobarde, que acompaña a su amo en sus bufonadas: Cap. 31 II p.232. “Ala llegada del caballero y su escudero, ala casa del duque y la duquesa, se ve claramente el esfuerzo de las gentes de la casa por no destornillarse de la risa ante los visitantes…. Y no dándoles esto por contento, hacen burla de don Quijote lavándole las barbas”.

En el mismo capítulo Cap. 31 II p.232., una escena irónica y burlesca de un eclesiástico, “Y a vos, alma de cántaro, ¿Quién os ha encajado en el cerebro que sois caballeroandante y que vencéis gigantes y prendéis malandrines?

Pero don Quijote en medio de su natural locura, no se deja vencer por sus contrincantes y siempre tiene como y con que salirles al paso, sin faltar al respeto a nadie, con diplomacia, ironía y humildad, combinadas de una manera realmente envidiable: “… caballero soy y caballero he de morir, si place al Altísimo”. Unos van por el anchocampo de la ambición soberbia; otros por el de la adulación, otros por el de la hipocresía engañosa y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado en mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra”.

Esta escena muestra la humildad y sencillez de un ser humano que, tal vez, acude a simular un estado de locurapara poder actuar de manera más atrevida en un mundo que todo lo juzga, lo bueno por bueno y lo malo por malo, un mundo de apariencias, un mundo materialista y ambicioso, un mundo contrario a sus ideales, con el cual se tiene que enfrentar y el único medio que encuentra para hacerlo en solitario es la apariencia de locura, que por suerte para él, funciona a la perfección.

Cuando la obra vallegando a su final, cuando se acerca el final de don Quijote, cuando se acaban las hazañas, las batallas, cuando el hidalgo caballero descansa en su lecho de muerte, y es entonces cuando Sancho y el resto del mundo llegan a darse cuenta del valor, de la clase de hombre que pierde el mundo. Y así como sucede en la obra sucede en nuestro mundo: “¡Ay! No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi...