Don quijote
"El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha"
Esta obra maestra de Miguel de Cervantes Saavedra fue publicada en Madrid en dos partes, la primera en 1605 y la segunda en 1615. Alcanzó gran éxito inmediatamente a su publicación y se realizaron 16 ediciones en vida del autor.
Después de la gran difusión del género caballeresco, ya desgastado y en decadencia en el Siglo de Oro, elQuijote quiso ser una parodia de estas obras, y el resultado fue la mayor obra de las novelas de Caballería de la literatura toda.
Dice Menéndez y Pelayo:"La obra de Cervantes no fue de antítesis ni de seca y prosaica negación, sino de purificación y complemento. No vino a matar un ideal, sino a transfigurarlo y enaltecerlo. Cuanto había de poético, noble y humano en la caballería, se incorporó en laobra nueva con más alto sentido".
En la primera parte se realizan las dos primeras salidas del "Caballero de la triste figura" y en la segunda parte Don Quijote realiza su tercera salida, al regreso de la cual cae gravemente enfermo, redacta su testamento, recobra el juicio y muere rodeado del cariño de su sobrina, su ama, y del desconsolado Sancho, que habiendo sido la visión más realista a lolargo de la obra, quiere continuar teniendo a su señor y siendo el escudero de ese personaje idealista al que tantas veces quiso volver a la realidad.
PROLOGO DE LA PRIMERA PARTE
Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yocontravenir al orden de naturaleza; que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación? Elsosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas y ofrezcan partos al mundo que le colmen de maravilla y de contento. Acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea susfaltas, antes las juzga por discreciones y lindezas y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires. Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de Don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte, casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen, lector carísimo, que perdones o disimules las faltas que en este mi hijo vieres; y ni eres su pariente ni su amigo, ytienes tu alma en tu cuerpo y tu libre albedrío como el más pintado, y estás en tu casa, donde eres señor della, como el rey de sus alcabalas, y sabes lo que comúnmente se dice: que debajo de mi manto, al rey mato. Todo lo cual te esenta y hace libre de todo respecto y obligación; y así, puedes decir de la historia todo aquello que te pareciere, sin temor que te calunien por el mal ni te premien por elbien que dijeres della.
Sólo quisiera dártela monda y desnuda, sin el ornato de prólogo, ni de la inumerabilidad y catálogo de los acostumbrados sonetos, epigramas y elogios que al principio de los libros suelen ponerse. Porque te sé decir que, aunque me costó algún trabajo componerla, ninguno tuve por mayor que hacer esta prefación que vas leyendo. Muchas veces tomé la pluma para escribille, ymuchas la dejé, por no saber lo que escribiría; y, estando una suspenso, con el papel delante, la pluma en la oreja, el codo en el bufete y la mano en la mejilla, pensando lo que diría, entró a deshora un amigo mío, gracioso y bien entendido, el cual, viéndome tan imaginativo, me preguntó la causa; y, no encubriéndosela yo, le dije que pensaba en el prólogo que había de hacer a la historia de...
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