Don Quite De La Mancha, Segunda Parte, Capitulo 32

Rigiéndonos al argumento, este fragmento es la respuesta de Don Quijote a las palabras del religioso de la corte de los duques anfitriones de nuestros protagonistas, que concluyen el capitulo anterior. Este hecho da respuesta a la apertura in medias res de este capítulo que antes comentábamos. El eclesiástico aconseja a Don Quijote y a su escudero a que vuelvan a su casa y continúen la vida quedejaron atrás antes de emprender esta cuarta salida. Este personaje le dice al hidalgo la verdad desde su punto de vista, negando que sea un auténtico caballero y advirtiéndole que está perdiendo el tiempo con sus "aventuras". Don Quijote ofendido con las palabras del religioso, emprende un discurso en su defensa, justificando ante todo que los caballeros no buscan más que la paz y resolución deproblemas, y que no le incumben los actos que el hidalgo decida hacer. Prosigue un breve diálogo en el que interviene Sancho apoyando a su amo, el duque ofreciendo una falsa ínsula al escudero y el eclesiástico abandonando el palacio.
En el fragmento destacamos como significativos a tres personajes. Seguidamente desmenuzaré en cada uno de ellos el papel que poseen en el capítulo, y los temas queorbitan alrededor de estos.
Empecemos por el fiel escudero. Como ya sabemos Sancho Panza es el reflejo -a veces cómico- de la sociedad española del siglo XVII: humilde, trabajador, honrado, aunque inculto en el sentido común de la palabra. En el fragmento interviene después del razonamiento de su amo, aplaudiendo sus palabras como si estas fueran las más verdaderas que se hayan podido contestar, yglorificando el mundo de la caballería. Se puede observar el interés in crescendo de Sancho a lo largo de esta segunda parte.
Destacamos, también, el uso de refranes en el escudero. Este hecho ha estado presente en todo momento en Sancho Panza, puesto que es un hombre que proviene del ámbito rural y, aunque no sea hombre de estudios, tiene un gran dominio de los conocimientos populares de lavida real -hecho que refuerza el tópico de la sociedad de campo que antes hemos comentado. En esta ocasión hace uso de los refranes como sustantivos para definirse a si mismo en contraposición a Don Quijote. Pues él es de los que "júntate a los buenos, y serás uno de ellos", "no con quien naces, sino con quien paces" y "a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija", refiriéndose a la amistadque mantiene con su amo Don Quijote y alabando su figura como persona, nunca como loco (aunque sea consciente) ni como un simple caballero con su escudero, pues la relación entre Don Quijote y Sancho Panza empezó como una relación caballero-escudero y termina en una relación de amistad por encima de la anterior.
El pequeño hilo argumental que protagoniza Sancho en este capítulo se evoca al primertercio de la primera parte de esta singular novela, en que el gobierno de una ínsula es prometido al escudero por su amo el día en que la consigan en una de sus aventuras.
Esta promesa interesa tanto a Sancho Panza que se nos es recordada a lo largo de la primera parte hasta el punto en el que nos encontramos. Pronto terminará la espera, ya que el duque se comprometerá a cederle "el gobierno deuna que tengo en nones, de no pequeña calidad". Y poco saben nuestros protagonistas de sus verdaderas intenciones. Don Quijote, como acto de cortesía y verdadero agradecimiento pide a Sancho arrodillarse ante el duque, hecho que sirve a la corte como otro motivo de burla. Sucedido esto, el religioso -personaje que seguidamente analizamos- decide abandonar la corte.
El eclesiástico que aparece eneste fragmento, como bien hemos dicho anteriormente, es el personaje que intenta convencer a Don Quijote para que se retire del oficio de caballería, puesto que él bien sabe que los duques solamente los mantienen (a Don Quijote y a su escudero) en palacio como objeto de burla y diversión. Cabe decir que será de los pocos -por no decir el único- que informará de la verdad en esta segunda parte...