_DORAMAS

DESAFÍO Y MUERTE DE DORAMAS (Dedicado a Yolanda Díaz)
I
Por frondosos palmerales

y al combate presto acude

las columnas de soldados,

con su escudo cuartelado,

tras cruzar el río grande,

el espadón de acebuche,

se dirigen al ocaso.

y un morral con siete dardos.

Salieron del Real al alba

El comando guerrillero

con Pedro de Vera al mando

irrumpe en el escenario

a la caza de Doramas,apostándose en un cerro

adalid de los canarios.

al paso de los cruzados.

Desde un taro de vigía

III

vuelan silbos asustados

Sus temibles altahayes,

alertando a las guerrillas

empuñando los magados,

de un ataque inesperado.

aguardan la orden del guayre

¡Los bucios pronto contestan

para emprender el asalto,

desde roques y altozanos

mas él, soltando improperios

bramando sones de guerraporque no entiende el retraso

contra el pendón castellano!

de las tropas de refuerzo,

II

baja el risco en solitario

El guayre de negros cabellos

para retar al de Vera

en el mar se daba un baño

a un singular duelo armado,

cuando le llega el lamento

a una cerrada contienda

de los soplos a rebato.

entre nobles adversarios

De su hija y de su esposa,

de manera que quien pierda,

que son subien más preciado,

alzando al otro la mano,

en la puerta de la choza,

dará por buena la brega

se despide con abrazos,

y se retira del campo.

IV
Está todo ya dispuesto,

que en la cresta de la loma,

cuando el hábil castellano

contemplan horrorizados

cede el honor del torneo

a una rehala furiosa

a un hidalgo jerezano,

de perros endemoniados

a un fornido caballero

que al sonar de unacorneta,

de los de adarga en brazo

con los dientes afilados,

y de lanza en astillero,

se lanzan sobre su presa

que a una señal de su mano,

babeando espumarajos.

ciñéndose la celada,

VI

espolea a su caballo

De los tiros de ballesta

al encuentro de Doramas

se defiende dando saltos,

¡por Castilla y por Santiago!

esquivando las saetas

Cuando el centauro se acerca

con solo oír lostrallazos.

el fauno le arroja el dardo

Se estrellan las estocadas

que adarga y cota atraviesa

contra su escudo de drago

dándole muerte en el acto.

al tiempo que con la espada

V

desjarreta a dos caballos.

Al ver la justa perdida

¡Bravos bríos del que fuera,

incumple De Vera el trato

aun nacido trasquilado,

ordenando a sus cuadrillas

por su valor en la brega

que arremetan por los flancos.a la nobleza elevado!

El guayre de anchas narices

Pero no le dan cuartel

se ve de pronto cercado

los soldados castellanos,

sin que puedan asistirle

viles cayendo a la vez

sus leales partidarios

como lobos esteparios.

VII
Por un tiempo se mantienen

“¡No eres tú quien me da muerte,

las espadas en lo alto

─le echa en cara a su adversario─

hasta que un torvo jinete

sino el traidor queme hiriese

hiende un hierro en su costado.

por la espalda, el muy bellaco!”

Revirándose en la arena,

“¡Maldita la hora en que fuera

como un morión enganchado,

a lidiar con mercenarios

le asesta un tajo en la pierna

que no saben que en la brega

que lo tumba del caballo.

el honor es bien sagrado!”

En ese instante del drama,

IX

un tirador avezado

Pide entonces agua fresca

el brazodiestro, a Doramas,

porque quiere ser cristiano.

le destroza de un disparo.

Eso lo que algunos piensan

Y es entonces que el De Vera

cuando le llenan un casco

se digna salir al campo

de agua turbia y empozada

rematando la faena

en un charco a ochenta pasos

de un cobarde puntillazo.

donde tristes croan las ranas

VIII

enlutadas por el fango.

Con tres heridas abiertas

Pero el impío DoramasDoramas yace tumbado,

se lo bebe de un buen trago

vomitando su fiereza

manando el agua muy clara

a los pies de los caballos.

por sus abiertos costados,

Sintiendo perder la vida

y alzando la mano ilesa,

vocifera con desgarro

con el puño bien cerrado,

por la ofensa recibida

maldice a Pedro de Vera

del infame castellano.

por la ruindad de sus actos.

X
Ajeno a cuanto ocurría,

al ver...