Dorian Gray
Con voz reposada, le encargó decirle al ama de llaves que quería verla, y que después fuese a la tienda del marquista y le pidiese que enviara a dos de sus hombres al instante.Le pareció que mientras salía de la habitación, la mirada de Víctor se desviaba hacia el biombo. ¿O era imaginación suya?
Al cabo de un momento, con su vestido negro de seda, y mitones de hilo ala vieja usanza cubriéndole las manos, la señora Leaf entró, apresurada, en la biblioteca. Dorian le pidió la llave del aula.
-¿La antigua aula, señor Dorian? -exclamó el ama de llaves-. ¡Perosi está llena de polvo! Tengo que limpiar y poner orden antes de dejarle entrar. No se la puede ver tal como está, no señor.
-No quiero que ponga usted orden, Leaf. Sólo quiero la llave.
-Loque usted diga, señor, pero se llenará de telarañas. Hace casi cinco años que no se abre, desde que murió su señoría.
Dorian puso mala cara al oír hablar de su abuelo. Tenía muy malos recuerdossuyos.
-No importa -dijo-. Sólo quiero verla, eso es todo. Déme la llave.
-Y aquí la tiene -dijo la anciana, repasando el contenido de su manojo de llaves con manos trémulamente inseguras-. Éstaes. La sacaré enseguida. ¿No pensará usted vivir allí, tan cómodo como está aquí?
-No, no -exclamó Dorian, algo irritado-. Muchas gracias, Leaf. Eso es todo.
El ama de llaves tardó aún unosmomentos en retirarse, extendiéndose sobre algún detalle del gobierno de la casa. Dorian suspiró, y le dijo que lo administrara todo como mejor le pareciera. Finalmente se marchó, deshaciéndose en...
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