Dormir para recordar

Dormir para Recordar
El sueño favorece la consolidación del recuerdo al permitir la reactivación de las neuronas que se requirieron en el momento de la obtención de una información. La calidad del sueño que sigue a esta primera adquisición resulta crítica para la memorización a largo plazo del recuerdo.
La memoria se define como la modificación del comportamiento en función de la experiencia.Se desarrolla en tres etapas:
La primera etapa consiste en la exposición a un nuevo estimulo y el aprendizaje de una nueva información. El aprendizaje deja en la memoria huella “la huella mnémica”, que se manifiesta por modificaciones en el funcionamiento o en la estructura del tejido cerebral. La primera son la sinapsis, la conexión entre las neuronas y las respuestas de las neuronas. En cuanto alas modificaciones en la estructura del tejido cerebral, se manifiestan por un aumento en el número de receptores, aunque también en la sinapsis.
Para utilizar a largo plazo una huella mnémica justo adquirida, esta debe experimentar un proceso de consolidación. Dicha consolidación constituye en la segunda etapa de la memorización e incluye fenómenos moleculares, celulares y cerebrales. Talesprocesos (mal conocidos) se desarrollan durante intervalos de tiempo que varían de horas hasta puede ser años.
Al término de la fase de consolidación, la información queda grabada, accesible de forma segura; la fase de evocación forma la tercera etapa de la memoria. Las fases descritas resultan esenciales para la construcción de recuerdos. La etapa consolidación lleva tiempo, más de una noche.Puesto que la función cerebral varia con las alternancia de la vigila y el sueño, el sueño es la solución ideal para la consolidación de la memoria. Durante el sueño, el cerebro, aislado del mundo, tendrá todo el tiempo para trabajar sobre nuevas adquisiciones. Es lógico proponer que la memorización de la información recién aprendida sea facilitada por el sueño.
Indicios de la influencia del sueñoLa primera observación de un efecto del sueño sobre la memorización se debió a Hermann Ebbinghaus. Este psicólogo vio que las listas de monosílabos sin significado se rememoran mejor si son codificados por la tarde, antes de un periodo de sueño, que por la mañana, antes de un periodo de vigilia. Una observación que se repetiría varias veces en protocolos experimentales que tenían en cuenta el hechode que la calidad del cifrado y de la re memorización variaría entre la mañana y la tarde.
La mejora de la evocación tras una fase de sueño comporta dos consecuencias sobre la memorización, ya que no solo los individuos se acuerdan mejor de los elementos de la lista, sino que además lo hacen en el orden en que lo has aprendido.

El sueño reforzara la huella mnémica y la hará resistente a lasinterferencias, es más, la memorización de una ristra de palabras se deteriora si, antes de la rememoración, debe aprenderse una segunda lista tras doce hora de vigilia. Por el contrario, la memorización de la primera lista se mantiene intacta se la segunda se presenta después de una espera de doce horas en el que se incluye un periodo de sueño nocturno.
Los resultados mecanizados sugieren queel sueño consolida la huella mnémica inicial, haciéndola impermeable a la interferencia. Cuando los sujetos repitieron la experiencia quedándose despiertos, la memoria inicial no se consolida y permanece sensible a la segunda lista de interferencia.
Los recuerdos asociados a una emoción fuerte se rememoran a menudo mejor que los acontecimientos neutros. La memoria emocional se ve favorecida dela misma manera por el sueño. Tras la codificación de un hecho con una connotación emocional importante, una privación del sueño al final de la noche se deteriora la evocación unas horas más tarde. Un efecto que persiste incluso cuando el material es recordado varios años después del suceso, lo que indica que la calidad del sueño durante la noche que sigue al acontecimiento es esencial para el...