Dos Crimenes

La Chamuca y yo habíamos organizado una pequeña reunión para celebrar nuestro quinto aniversario, no de casados sino de aquella tarde que nos conocimos, a aquella reunión avían asistido variaspersonas de nuestro grupo social; de aquellos seis que habíamos invitado solo cinco habían asistido cinco que además llegaron cargados de regalos.
Entre aquellos cinco que asistieron estaban: el Manotascon un libro, los Pereida con el jorongo de santa Marta, Lidia Reynoso con unos Platos y Manuel Rodríguez con dos botellas de vino.
Nunca había asistido a una reunión tan cordial como la que habíamosorganizado la Chamuca y yo, hablamos, reímos y bebimos; incluso cantamos como si fuéramos hermanos. El Manotas conto una anécdota, describió una playa alejada sin turistas, con una arena muy fina yuna playa con agua cristalina, además con almejas recién sacadas del mar, también nos dijo como llegar: desde el puerto de “Ticoman” tomar una lancha ala playa de la Media Luna (hotel “Aurora”).
Paraaquella reunión tan especial la Chamuca avía preparado un rico tamal de cazuela el cual todos disfrutamos; justo en ese momento llego Ifigenia Trejo, la sexta invitada que además iba acompañada de undesconocido, Ifigenia nos lo presento como Pancho y a nosotros como unos amigos.
La Chamuca se dirigió ala cocina para servirles un plato de tamal de cazuela, después regreso a sentarse y seguimosconversando. La Chamuca se levanto y se dirigió a nuestra habitación, tomo la guitarra, regreso al diván y comenzó a cantar, toco dos canciones y ala mitad de la tercera canción tocaron la puerta; diréque se trataba de algún vecino que quería protestar por ser más de la una, -yo abro-dije-.
Al abrir la puerta no vi absolutamente nada pero cuando estaba apunto de serrar vi a Evodio, no me agradomucho que Evodio llegara a esa hora además de no haber sido invitado, sin embargo tratándose de Evodio a quien yo respeto mucho por ser un activista de corazón no me agrado mucho su presencia; no...