Dos veces junio Resumen
El modo que elige esa escritura como herida reconoce dos perfiles distintivos: la fragmentación y la obsesión racional. Fragmentación que dice la única posibilidad de narrar en tiempos del discurso oficialúnico, compacto e impenetrable. Fragmentación, además, que da cuenta del texto de la dispersión, de los retazos de discurso que secretamente se hilvanan para intentar contar, cruzando sus miradas para decir desde la palabra quebrada, desde una narración atomizada que, sin embargo, hilvana lentamente sus posibilidades de constituirse en relato envolvente.
A diferencia de otros relatos de época, elde Kohan se presenta como una ficción narrativa del tipo testimonial, es decir, desde la palabra de un narrador en primera persona que cuenta su historia inserta en la historia nacional. El mismo perfil recuperará Ciencias morales, de 2007, aunque ya desde otro espacio más metafórico y microscópico, un texto que se dice desde la tercera persona.
La estructura general de Dos veces juniocuadricula lo narrado con obsesión metódica y numeral al designar cada capítulo con una cifra (vinculada al desarrollo del relato) y al enumerar cada fragmento desde el orden riguroso de los números romanos presidiendo cada segmento narrativo. Es el signo que la novela, o su macroestructura, elige para dar cuenta de la racionalidad llevada al extremo, que será cuestión esencial del texto, y para coincidircon las consignas del Dr. Mesiano, centro gravitacional de la trama:
Los esquemas del doctor Mesiano no admitían imprecisiones: los límites de cada área, que eran a su vez los límites de cada jurisdicción, tenían que ser sumamente exactos, porque de la autoridad y de la responsabilidad podía decirse lo mismo que otras veces se acostumbra a decir de la libertad: que la de cada uno empieza dondetermina la del otro (pág. 105).
Límites, áreas, exactitud, autoridad, responsabilidad, libertad, límites. El léxico de Mesiano lleva la racionalidad de la conducta a sus bordes, donde late una concepción del poder: el que se ejecuta desde la orden sin discusión (“El soldado no piensa, obedece”). Este deslizamiento de la razón hacia su extremo invalidante y esclerótico convertido en dogmaaparece como el sustrato ideológico de un poder que necesita perseguir, eliminar y desaparecer al otro, al que puede pensar al costado de esa ejecución. Es la tarea que Mesiano asume como deber y con la alta eficiencia de la crueldad técnica: la banalidad del mal en el trabajo diario y oscuro de los centros clandestinos de detención.
Kohan recupera desde este texto y este planteo la convicción dePiglia en Respiración artificial: la razón occidental y cartesiana llevada a sus propios límites terminó en Auschwitz. Hitler conversa (en esa novela de Piglia) con Kafka; el checo advierte que esos planes tan delirantes y racionales a la vez devendrán en la “solución final”, y escribe El castillo y El proceso para entenderlo y decirlo mejor.
Kafka hace en su ficción, antes que Hitler, lo queHitler le dijo que iba a hacer. Sus textos son la anticipación de lo que veía posible en las palabras perversas de ese Adolph... que anunciaba un futuro de una maldad geométrica.2
La racionalidad llevada al límite y la negación de la posibilidad de la duda vinculan a la novela de Kohan con Arendt y por supuesto con las perspectivas desplegadas por Foucault, pero nos inquieta más detenernos en elintertexto que propone Respiración artificial (aun cuando en la formulación narrativa las novelas difieran, como veremos más adelante) con la convicción que anida en ese relato sobre la continuidad de la razón filosófica occidental desde Descartes hasta Hitler:
¿Qué relación había, o mejor, qué línea de continuidad se podía establecer entre El discurso del método y Mi lucha? Los dos eran...
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