Dr. en Sociología

La basura. Pepenadores y tiraderos
Héctor Castillo Berthier.
13 de mayo de 2006.

Publicado en: Legorreta Jorge (Coordinador):
“La Basura: Pepenadores y
Tiraderos”. En La ciudad de México a debate. Problemas y propuestas, UAM
Azcapotzalco . 2008, pp: 247- 271.

En el siglo XIX cuando agarraban a los borrachitos en el centro de la ciudad, los metían a la
cárcel y los domingos a lascuatro o cinco de la mañana los sacaban a barrer el Zócalo para que
fueran expuestos públicamente. En ese momento llegaban las señoras con sus canastas de
taquitos de frijoles y les decían: “oiga le doy un taco pero platíqueme usted porqué cayó”. Así yo
quiero empezar platicándoles como fue que caí en esto de la basura.
Soy sociólogo (nadie es perfecto) y cuando en 1977 estaba decidiendo qué queríaescoger como
tema de tesis, dos maestros muy queridos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, Ricardo Pozas e Isabel Horcasitas, me sugirieron: “si quieres ser investigador tienes que
buscar un tema que no haya sido tratado; tienes que buscar una laguna en la investigación social”.
Me fuí entonces a la biblioteca de la Facultad para revisar que habían hecho ya miscompañeros
de generaciones anteriores y me di cuenta que había muchos trabajos sobre el Estado, sobre los
obreros, sobre los campesinos, sobre el gobierno, sobre los sectores de salud, sobre las
instituciones públicas. Me pregunte: ¿qué tema no han tratado?. Entonces me fijé en un viejito
que pasaba por el jardín de la Facultad todos los días, revisando los botes de basura y sacaba los
pedazos dealguna torta que nosotros habíamos tirado y se los comía, sacaba el resto de algún
jugo y se lo bebía, y luego sacaba los restos de papel y cartón, el vidrio y los guardaba en su
costal y se iba. Todos lo conocíamos, se llamaba “Don Pablito”, pero no le hacíamos caso.
Un día se me ocurrió seguir a Don Pablito y ver que hacía en su recorrido por la universidad. Vi
que pasaba a la Facultad deDerecho, luego a la de Ciencias Políticas, después a la de
Veterinaria por último a Medicina y luego agarraba camino para la zona de Santo Domingo de
los Pedregales, que está atrás de la UNAM.
Ahí llegaba a una tienda a vender el cartón y el papel y todo lo que llevaba. Me pregunte: ¿y
cuántas de estas tienditas habrá por ahí?, por lo que empecé a buscar información y,
efectivamente, había muchoslugares como esos en la ciudad. Yo no tenía ni la menor idea de
como es que se compraban y se vendían estos materiales. Fui con mis maestros y les dije: “Ya se
lo que quiero hacer, quiero estudiar la basura”.
Lo primero que me dijeron fue: “No, la basura no es un tema de investigación social, la basura es
un tema de administración pública, es un tema de manejo industrial o económico, pero no esun
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tema social”. Les pregunté: “¿por qué no es un tema social?”. La respuesta que me dieron fue
muy sencilla: “porque ahí no hay lucha de clases…”. ¿Y no la hay?, digo, es pregunta.
Fui con el maestro Juan Manuel Cañibe y me dijo: “si quieres entrarle a la basura, revisa primero
a ver que hay escrito”. ¡Y no había nada!, salvo un libro de cuentos, por cierto muy buenos de
ArmandoParellón que se llama “Los de hasta abajo” publicado por editorial Diana, que narra una
serie de descripciones de los pepenadores. Lo leí y me fascinó. Fui con mis maestros y les dije:
Sí, quiero entrarle a esto de la basura. Su respuesta fue: “pues, como no hay nada, tendrás que
empezar desde cero, con investigación directa y participante… suerte y adelante”.
Fui entonces a la delegación BenitoJuárez y solicité mi incorporación como barrendero eventual.
Para que se den una idea: hay 17,000 barrenderos pagados por el gobierno de la ciudad todos los
días, pero cada 28 días contrataban eventuales: cuatro mil, cinco mil, para cumplir con las
necesidades del servicio y al mismo tiempo no tenerles que pagar el Seguro Social, ni ISSSTE, ni
FOVISSSTE, ni ninguna prestación. Estas plazas...