Dramaturgia Clasica Y Escena Posmoderna

DRAMATURGIA CLÁSICA Y ESCENA POSMODERNA

(o ¿para qué pueden servir los clásicos aquí y ahora?)

Por:
Carlos Sánchez Delgado
(Profesor Titular del Programa de Artes Escénicas, IPC-UPEL)

Sólo dos posibilidades parecen haber para quien trata de llevar a escena un clásico en nuestros días. Una consiste en intentar la reconstrucción del ambiente original, lo cual resulta casiimposible; la otra posibilidad, es la de lograr una “interpretación” de la obra, lo cual también es muy difícil, porque para ello es necesario que el director de escena sea capaz de orientar el desenvolvimiento del clásico en un solo sentido para que signifique algo.

Con respecto al medio teatral venezolano se puede afirmar, sin temor alguno a equivocarse, que se trata de un medio que,inevitablemente, y más allá de cualquier intento posado, se encuentra particularmente evadido de la cultura clásica. Aquí, cuando a alguien se le ocurre una aventura de ese tipo, generalmente lo clásico se asume con tal arraigo en el “Teatro Mortal”, - como diría Peter Brook-, que la sala, si no huele a formol, por lo menos huele a naftalina, para decirlo metafóricamente. Luce como una cosa vieja sacadade un baúl de recuerdos mal atesorados, o se presenta como una especie de Museo de Cera del Teatro Clásico. Eso sin contar actitudes más tremendistas como las de quienes, con pleno desparpajo, usan los clásicos para todo tipo de adulteración estética que sirva al “lucimiento” del director. O aquellos que los “adaptan a nuestra realidad actual”; es decir, distorsionándolos en función de cualquierdespropósito teatral, de lo más hueco, y de lo más fofo e inconsistente.

En el caso específico de los clásicos españoles del Siglo de Oro, podemos afirmar también, de forma aún más categórica, que nuestro medio teatral se encuentra aún más ajeno y divorciado de éstos. ¿La razón? Una serie de prejuicios y vacíos culturales de todo tipo, que van desde el hecho de ser un teatro escrito enverso, hasta la ausencia de actores y directores con un registro interpretativo y escénico de suficiente solidez; como para salir, más allá del simple esfuerzo y buena voluntad, totalmente airosos de la aventura. No contamos con una tradición arraigada o emparentada, ni siquiera remotamente, con el Teatro Clásico Español. El crítico venezolano Leonardo Azparren Giménez, al disertar sobre el puntoen su libro Teatro en Crisis, nos recuerda:
. . .“el teatro venezolano contemporáneo surge a la zaga del ruso (Chejov), del francés (Ionesco) o de cualquier otra parte de Europa, menos de España. La tradición que se formó a partir de la década de los `50 con idiomas prestados, contribuyó a desarrollar un modo de ser teatral vinculado a modos distintos a nuestro idioma. (1)

Latemporalidad del teatro – que es un presente permanente debido a la convivencia unísona entre actor y espectador- permite una fusión más instantánea entre lo mítico, lo remoto y lo mediato, lo circunstancial, lo provisorio y lo trascendente, lo actual, lo histórico y lo atemporal. En fin, una mayor y mejor imbricación de lo universal con lo particular, que torna a los personajes dramáticos en criaturasimperecederas e inmortales. De ahí que en el teatro no valga la pena plantearse más fronteras entre lo clásico y lo contemporáneo, porque está visto que para que una obra clásica tenga suficiente vitalidad escénica, ésta debe ser tratada e interpretada como una obra contemporánea. Para ello es preciso extraer al autor clásico de los límites que ciñen su obra, en función de abrir las posibilidadesa nuevas lecturas y experiencias creadoras. El crítico francés Henri Gouhier nos ofrece una dilucidación bastante diáfana en ese sentido:

“Cuando el espectador entra en la sala, aunque sea para ver un melodrama de calidad dudosa, penetra en un tiempo en que Esquilo y Sófocles, Shakespeare y Racine, Moliere y Musset son contemporáneos. Cuando el actor sube al escenario, aunque sea para...