Dramaturgia Infantil
Por: Mg. Sandra Leal L.
Docente Universidad del Quindío.
El vuelo imaginativo es ante todo una aventura del alma,
y siempre será hermoso y vital que el teatro pueda
proporcionarle la experiencia de sus primeras alas.
IVÁN DARÍO ALVAREZ, Dramaturgo
“La risa utópica de las musas infantiles”.
Alguna vez invitaron al escritor inglésJ.R. Tolkien a la Universidad de Oxford, para hacer una disertación sobre los cuentos de hadas y él inició con una aseveración muy simple, además de lógica: mucho de lo que se encasilla como cuento de hadas, no tiene nada que ver con las hadas. Nada más cierto, ¿acaso el Traje Nuevo del Emperador o Caperucita Roja, entre muchos otros llevan hadas al interior de su tragedia? Y en ocasiones, cuandoaparecen no se parecen ni en lo más mínimo a aquellas escondidas en el folclor mundial.
La verdad es que estos pequeños seres hechos de luz, poseedores de indecible belleza y con la envidiable capacidad de volar, nacieron, crecieron y se multiplicaron en los bosques de Europa; su fama se extendió a través del mundo, más pocos son los que se han puesto en el trabajo de investigar el rico mundoque han creado para ellas y ellos, tal vez por eso no tienen nada que ver con esos personajes amansados y casi tontos que se presentan en las obras teatrales dedicadas a los niños de Colombia. Si se estudia con detenimiento podemos encontrar que aquella mitología ha sido tergiversada por unos cuantos autores que quieren aprovecharse de ella para su lucro personal y no para el crecimiento de grandesy chicos como debiera ser –bueno, no está de más ganarse unos pesos, pero sin que esto implique mentir-, puesto que las hadas, las verdaderas hadas, nacen, crecen –aunque no mueren-, sueñan, sufren y se enamoran como todos los seres; no son individuos separados de la realidad humana, sino que a pesar de pertenecer a otra raza y de poseer facultades extraordinarias, su mundo interior se desarrollaigual que el nuestro. Un ejemplo de esto, para que los escépticos despierten de ese mundo triste en que moran, lo pueden encontrar en la tragedia de Oberón y Eurianthe, o el Trance de los Nibelungos, donde se muestra la verdadera dimensión interior de estos seres.
Así como se ha maltratado la esencia profunda de las hadas, de igual manera se ha descalificado la mentalidad infantil con eltipo de teatro para niños que últimamente se presenta en las salas. Donde los personajes son tan estereotipados que se sabe exactamente cuando o cómo van a actuar ante determinada situación que, casi siempre, es la misma (un ogro malvado quiere acabar con el mundo edulcorante de la princesa buena)[1].
Y todavía se preguntan las compañías de teatro infantil por qué los padres no llevan a sushijos a teatro, aunque aquí cabría hacerse una pregunta más interesante: ¿por qué los niños no motivan a sus padres para que los lleven a ver teatro?
Esto no quiere decir que no existan buenos montajes, ni buenos argumentos para niños donde los padres también se puedan involucrar en la trama y ambos -como Icaro en su vuelo fatal-, se remonten en las alas de la fantasía para que de tramo entramo este pájaro hecho de fuego, colores y sonidos diligentes, los deje bajar para tomar bocados de realidad en la voz de los personajes; y más tarde, cuando la cera de sus alas se haya diluido poder descender suavemente en las sillas del teatro y regresar a casa, más amigos, más vivos, más sabios y más reales que nunca.
No se trata de eliminar la fantasía, ya que esta es inherente a losniños así como forma parte del mundo imperfecto de los adultos, ni quitar los personajes tiernos o simpáticos que pueblan el país de la fantasía. Se trata de mostrar a los personajes tal y como la naturaleza le exige a todo el mundo ser, es decir, personas que sienten, aman y sufren igual que los niños que están en el auditorio. Allá (en el escenario) también los papás se divorcian, allá...
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