Dramione
Hermione se aferró al hombro de Malfoy con una mano, pero era más por una necesidad de tocarlo que por mantener el equilibrio ya que él la sujetaba por la espalda contanta fuerza que le hubiera sido imposible moverse un milímetro fuera para alejarse o para acercarse más. Con su otra mano, sostenía la nuca de Hermione, impulsándola hacia él para tener pleno dominiode su boca, profundizando el beso todo lo humanamente posible. La hostigaba con su lengua, provocándola e incitándola a seguirle.
La estrujó con fuerza contra él, hundiendo los dedos en su tiernacarne, estrujándola, estrechándola con pasión. Se besaban hambrientos el uno del otro, desesperados. Era un beso demasiado apasionado, incluso violento. La forma en que los labios eran mordidos, en quelas manos acariciaban, pero estaba bien, al menos para ellos.
Cuando Hermione soltó un gemido, Draco se dijo así mismo que daría su alma al mismo Tom Riddle con tal de que le siguieran más.Incentivado por los suspiros y gemidos de la chica, Draco abandonó los labios femeninos y subió, por la línea de la mandíbula hasta llegar al cuello donde escondió el rostro y posó, sus ahora, rojos labios.Eso fue demasiado para Hermione, un ridículo tembleque se asentó en sus rodillas cuando él le mordió suavemente el lóbulo de la oreja, y sintió un calor conocido en su vientre, su piel hipersensibley ardiente, su corazón latiendo a tanta velocidad que parecía estallar. No podía respirar, le faltaba el aire.
Probablemente fue eso, el miedo a sentir algo que hacia tiempo no sentía, lo que la...
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