drogas y psicoanalisis

Las drogas son tan antiguas como el hombre mismo. En las culturas primitivas, con toda su estructura ceremonial y ritual, actuaban como vehículos de intercambio fronterizo para comunicarse con los dioses. La droga se engloba en la esfera de lo sacro pero también como elemento y fuerza de un cosmos ordenado. Se le adjudican poderes sobrenaturales, de ahí que se considerara droga de lo santo yabre-puertas de los cielos. Las plantas, los hongos y extractos representaban espíritus protectores, asistentes de los chamanes para sanar el cuerpo y el alma. Las ceremonias se convertían en un escenario donde se buscaba restituir el doble espiritual arrebatado por las fuerzas malignas. El hombre se convertía en espacio de revelación para lo que habría de acontecer desvelarse. Las culturas antiguas,más que temer invocar visiones iluminantes, buscaban un asilo protector para recuperar la armonía del cuerpo e integración con el universo. Para occidente las drogas dejaron de pertenecer a la esfera de lo sagrado, pero no es que hubieran desaparecido súbitamente y para siempre, pues en lo futuro servirían como impulsoras de experiencia individuales, rompiendo así la dialéctica con los dioses.Los avances de una civilización sedienta de progreso, la crisis religiosa y los problemas socioeconómicos del siglo XIX abren el interés por toda la suerte de experimentación, principalmente, en dos campos: ciencia y literatura. Octavio paz comenta que “unos y otros nos han vacilado en someterse a ciertas experiencias peligrosas, con riesgo de su vida o de su integridad espiritual, para penetrarzonas vedadas”. Asi, este periodo no será sino el principio de un desfile de diversos hombres de ciencia y pensadores que mantendrán una relación intima entre el cuerpo y las drogas para descubrir un conocimiento sobre realidades ocultas e invisibles. Mientras las musas de inspiración poética ceden el paso al opio, láudano, hachis y vino, la ciencia desentraña el secreto de paraísos químicos. ComentaPeter Sloterdijk que “los representantes sacros podrían ser cualesquiera de las sustancias que, en las moderna jerga farmacéutica, se llaman drogas”. Sean u otras “su cuerpo y su psiquismo, su ser entero, son el campo en donde se operan toda suerte de transformaciones”.
En el encuentro con las drogas hay quienes refieren que ha sido por casualidad que alguien se las ofreció, o bien, que nosabían. Thomas de Quiencey descubrió por azar los poderes del opio, y consideraba que este encuentro había sido desatinado especialmente para el. Mientras Brroughs refiere que nadie tiene la intención de ser drogadicto, solo una mañana te levantas siendo un enfermo. En el campo del psicoanálisis, el fenómeno de azar no es sino el campo de la intencionalidad inconsciente, a partir de la cual se genera unencuentro, llámese de buena o mala suerte; produce un efecto en el sujeto desde el mágico, de sorpresa o incluso de extrañamiento. La nocion de tyche desarrollada por lacan muestra que el deseo, del que nada se sabe, es lo que produce una vinculación entre el sujeto y lo real.
El deseo se articula con la demanda del otro, con aquello que se puede poner en las palabras pero, en tanto que laestructura de los lenguaje es incompleta, hay algo imposible de decir, el goce.
El goce no se confunde con el placer. Este es algo absolutamente exterior al sujeto que no fuera de la existencia misma. Es un límite interno, un agujero central en torno a la cual el sujeto gira sin hacer otra cosa que bordearlo. Del goce tenemos noticia por la compulsión a la repetición a través de la insistencia deldeseo. Su presencia experimenta como lo mas ajeno de su propia identidad aunque, paradójicamente, es lo mas intimo que lo construye.
El sujeto que se introduce en la experiencia de las drogas ilusoriamente cree poder controlar sus entradas y salidas, detenerse o continuar, llevar o vaciar el cuerpo; sin embargo, es arrastrado a un goce del que no puede sustraerse. No comprende como puede toparse...