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LEYENDA DE LOS GIRASOLES DE PAPÁ
Cuentan que hace varios años atrás, exactamente en el departamento de Ancash, una pareja de esposos tuvieron un hijo precioso de test blanca, ojos marrones clarosycabellos oscuros ensortijados, al cuál le pusieron de nombre Dante Faustino Gordillo Fernández. Al ir creciendo, sus padres le mostraron una protección y amor incondicional a Dante, este jamássesintió solo, valoraba todo el esfuerzo que sus padres brindaban por él.
Pasaron los años, y Dante se empeñaba aún más por sacar buenas calificaciones, no era de las personas que salían de casa adiario,le encantaba leer obras era su entretenimiento en sus horas libres. Un día su papá Elmo, decidió buscar un nuevo empleo fuera de Ancash, así que se fue a Trujillo por un mejor soporte económico,perono fue fácil despedirse de su hijo Dante ni de su esposa. Después de largas despedidas, papá Elmo salió en dirección a Trujillo. A partir de ese día, Dante sintió por primera vez una grantristeza,pues sentía que faltaba alguien que lo siga protegiendo, fue entonces cuando una noche salió fuera de casa a caminar un rato, en eso sintió que la luna llena lo alumbraba totalmente, el sonrió ypensóque como había cumplido hace poco 20 años, tomo una decisión la cuál le permitiría ser un mejor profesional, decidió viajar a Trujillo junto con su mamá Dora, y como contaban con suficientedinerotomaron la decisión de comprar una casa allá. Después de horas de viaje, llegaron a Trujillo. Buscaron un terreno adecuado para vivir el resto de su vida y en pocos minutos lo hallaron. Juntossintieronuna felicidad enorme. Al salir a ver el jardín, el joven Dante se percato de dos semillas de girasol diminutas y maltratadas en medio de mucho césped, él las recogió, las planto y cuido de ellashastael día de hoy. Fue así que crecieron bellas y flamantes, y desde ese día son la sensación y curiosidad de la zona donde vive el actual médico Dante con toda su familia, sana y completa, y sobretodo...